Bermudo III el último rey de la dinastía astur-leonesa
En muy escasas ocasiones las crónicas medievales nos han consignado los nombres propios de animales. Una de ellas no ha proporcionado el nombre del caballo que montaba el rey leonés Bermudo III durante la contienda de Tamarón (1037) en la que acabó falleciendo. Este caballo se llamaba Pelayuelo.
«Y ya sobre el valle Tamarón se veían las dos formaciones frente a frente, cuando Vermudo, duro e impertérrito, picó espuelas a su caballo Pelayuelo, y deseoso de herir al enemigo, en rápida carrera, lanza en ristre ataca a un numeroso escuadrón. Pero como el feroz García y Fernando lo acosaron más duramente, murió atravesado por la propia acometida de su caballo, muertos también otros siete de los suyos además de él».
Bermudo, con su impetuosa juventud, pica espuelas al caballo y, a gran velocidad, acomete hacia donde se encuentran García III de Pamplona
y su hermano Fernando, conde de Castilla. Pero es la fuerza de esa acometida con la lanza y con el caballo al galope la causa de que sea ensartado por las lanzas enemigas, las de los soldados que guardan a García y Fernando. Bermudo III cae mortalmente herido al suelo así como siete de sus acompañantes.
Un reinado turbulento marcado por la guerra y la tragedia. Bernardo III, apodado «el Mozo» ascendió al trono de León en 1028 a la edad de once años. Hijo de Alfonso V y Elvira Menéndez, heredó un reino en constante conflicto con sus vecinos, especialmente con el poderoso Sancho III de Navarra.
Huérfano de madre, Bermudo se vio envuelto en intrigas políticas de la corte leonesa. Su madrastra la reina Urraca, hermana de Sancho III, actuó como regente durante su minoría de edad. Este periodo estuvo marcado por la lucha por el control del reino entre la nobleza leonesa y la influencia navarra.
Al alcanzar la mayoría de edad, Bermudo III se enfrentó a una serie de desafíos. La guerra con Navarra era constante y el rey leones tuvo que defender su territorio de las incursiones navarras. Además se vio envuelto en una disputa con el poderoso conde de Castilla, Fernán González.
En 1032, Bermudo contrae matrimonio con Jimena Sánchez, hija de Sancho III de Navarra. Este matrimonio que buscaba la paz entre los dos reinos fue un fracaso. La reina Jimena era una persona non grata para el pueblo leones y si influencia sobre el rey genero mucha desconfianza.
Bermudo III muere en la batalla en 1037, durante una campaña contra el Conde Fernán González. Con su muerte se extingue la dinastía astur-leonesa que había gobernado el reina durante mas de dos siglos. El trono leones pasa a manos de Fernando I de Castilla hijo de Sancho III de Navarra y hermano de la reina Jimena.