Fernán González
Hola de nuevo amigos, estaba pensando sobre un personaje de la historia de España y leyendo algunos libros que tengo por casa, me topé con uno que contaba la historia de uno de los hombres más importantes de su tiempo, fue ni mas ni menos la persona que creó el Condado de Castilla. Una vida interesante, un hombre valiente, que me gustaría presentaros.
Primer conde independiente de Castilla (930-970).Personaje legendario, poco se sabe de su origen, salvo que era miembro de la influyente familia de los Lara. Con el tiempo, se convirtió en uno de los nobles más poderosos del reino leonés, y reunió en sus manos importantes territorios en la parte oriental del reino de Ramiro II. Tuvo un papel destacado en la batalla de Simancas (939), y a continuación conquistó Sepúlveda y la repobló.
Viendo su poder acrecentado, empezó a actuar de manera cada vez más independiente de su señor, y, siguiendo esta política, se casó con Sancha, hermana del rey García Sánchez I de Navarra.
Ante esto, Ramiro II de León le hizo encarcelar en el 944, y lo mantuvo retenido durante tres años, hasta que Fernán González se avino a renovarle su juramento de fidelidad.
Muerto Ramiro II en el 951, el reino de León quedó sumido en una crisis dinástica que Fernán González supo aprovechar en su favor. Inicialmente apoyó las reclamaciones de Sancho contra su hermano Ordoño, pero al no prosperar su causa se vio obligado a reconocer como rey a Ordoño III de León.
La temprana muerte de éste permitió al castellano recuperar su capacidad de maniobra, aunque en esta ocasión no apoyó las pretensiones de su antiguo aliado, el rey Sancho, si no que se alineó con el hijo de Ordoño III, Ordoño IV de León.
Derrotado por la intervención navarra, en el 960, fue capturado por García Sánchez, pero recuperó la libertad tras hacer diversas concesiones territoriales. Con el reino de León debilitado y en una situación de desorden, Fernán González fue asegurando lentamente su posición como señor hereditario del condado independiente de Castilla. Al morir dejó el trono a su hijo García Fernández.
La obra política que granjeó a Fernán González la gloria y la fama entre sus coetáneos y entre tantas generaciones de castellanos fue el haber unificado bajo su autoridad los tres pequeños condados en que se encontraba dividida Castilla, haciendo de los tres un único y extenso condado capaz, bajo su dirección, de luchar victoriosamente y de resistir las frecuentes embestidas de los ejércitos islámicos, y esto en los momentos de máximo esplendor de al-Andalus bajo el califa más poderoso y brillante de todos los que rigieron los destinos del islam hispano, ‘Abd al-RaÊmªn III an-Nāşir.
Pero no fue sólo el único y gran condado de Castilla el regido por Fernán González, ya que, al mismo tiempo que se fundían en uno solo los tres condados existentes en el territorio castellano, se unía también a este condado de Castilla el condado de Álava, de modo que Fernán González fue durante casi cuarenta años tan conde de Castilla como conde de Álava, o si se prefiere de Álava como de Castilla, y además de una Álava que se asomaba al mar Cantábrico englobando bajo ese nombre a la actual Vizcaya. Esta unificación de los condados castellanos y de Álava bajo la única autoridad condal de Fernán González trascendió más allá de la vida del conde y se prolongó en sus descendientes durante otras cuatro generaciones: en su hijo el conde García Fernández, en su nieto el conde Sancho García, en su biznieto el conde García Sánchez y en su tataranieto el conde Fernando Sánchez (luego Fernando I).
La figura de Fernán González fue pronto fuente de inspiración literaria; la primera manifestación del interés por este personaje histórico es el Poema de Fernán González, un poema épico en versos alejandrinos distribuidos en 740 cuartetas monorrimas (cuaderna vía), cuya composición se remonta a los primeros decenios de la segunda mitad del siglo XIII. Es obra de un desconocido monje español de la abadía de San Pedro de Arlanza, cuyo fundador había sido el mismo Fernán González.
Estrofa 278 del Poema de Fernán González
Fallaron de marfil arquetas muy preçiadas,
con tantas de noblezas que non serien contadas;
fueron pora San Pedro las mas d’aquellas dadas,
estan todas oy dia en su altar asentadas.
Hallaron de marfil arquetas muy apreciadas,
con tantas cosas nobles que no serían contadas;
fueron para San Pedro las más de ellas donadas,
aún están hoy en día en su altar colocadas.
Fernán González, el jabalí y el monje Pelayo
La profecía de Vasquebañas y el origen mítico del monasterio de san Pedro de Arlanza
Cantaban los juglares medievales que estaba Fernán González, el Buen Conde, reuniendo un ejército en las tierras de Lara dispuesto a atacar a los musulmanes de Almanzor. Era esta una tarea de días, de mucha espera mientras llegaban las mesnadas desde los distintos lugares de Castilla. Fernán González decidió tomarse un rato de recreo y se fue de caza.
Al poco de iniciar la cacería, avistó un jabalí enorme con dos grandes colmillos. Fernán González corrió raudo hacia él. Pero el jabalí también era veloz, así que el conde castellano se alejó de sus acompañantes y se internó en solitario en los espesos bosques de la zona, por las cercanías de un arroyo llamado Vasquebañas.
Llegó un momento en el que perdió de vista al puerco salvaje y tampoco atisbaba ningún rastro de su paso. Así que decidió hacer un alto. Llegó a un claro en el bosque y se encontró con lo que parecía la entrada a una cueva recubierta de hiedra.
Fernán González bajó de su montura y entró en ella. Su sorpresa fue mayúscula cuando, al entrar en la cavidad se dio cuenta de que realmente era una antigua ermita dedicada a San Pedro. En el altar estaba el jabalí al que venía persiguiendo. El conde no consideró oportuno matar allí al animal y perdonó su vida. A continuación oró pidiendo ayuda en el combate que se aproximaba. Tras orar, Fernán salió de la iglesia y el jabalí le siguió dócilmente.
En el claro aparecieron entonces los tres ermitaños que vivían en la pequeña ermita. El mayor de ellos, Pelayo, se dirigió al conde:
—Bienvenido a nuestra humilde morada señor. ¿Podéis decirnos quién sois?—
—Soy el conde de Castilla, Fernán González —respondió el conde—. Disculpen que haya allanado su morada pero, persiguiendo a este jabalí, me he perdido por los bosques y he acabado en esta ermita. Pero debo ahora apresurarme e ir con mi ejército que se está reuniendo para combatir a Almanzor.
Te ruego que te quedes hoy con nosotros, comas de nuestro humilde pan y disfrutes de nuestra hospitalidad —le ofreció Pelayo–. Además, te diré qué tienes que hacer para conseguir la victoria en la batalla que se avecina.
Aceptó la invitación el conde y tras haber comido, Pelayo dijo a Fernán González:
—Vencerás, con ayuda del Señor, a tu enemigo Almanzor. Harás, además, grandes hazañas, conquistarás mucha tierra y tendrás innumerables victorias contra los descreídos. —Y prosiguió— Pero también te aviso de que serás dos veces preso. Y para que veas que es verdad todo lo que ahora te estoy contando, te avisó de que antes de tres días, cuando creas que estás a punto de perderlo todo, verás un hecho milagroso que hará que tus tropas recobren el ánimo y acaben cambiando las tornas del combate.
237 | Dixo don fray Pelayo escontra su señor: «Fago te, el buen conde, de tanto sabidor, que quiere tu fazienda guiar el Criador: vençeras el poder del moro Almançor. | Dijo don fray Pelayo al conde, su señor: «o te hago, buen conde, de esto sabedor, que quiere tus acciones guiar el Criador: vencerás el poder del moro Almanzor. |
—Gracias por tu cena y por tus consejos—dijo el conde. Y disponiéndose a partir aseguró: —Si todo ocurre tal y como has dicho prometo que os construiré un monasterio digno donde viváis el resto de vuestras vidas.
Como todo, finalmente, aconteció como había predicho el monje, Fernán González fundó el monasterio de San Pedro de Arlanza en las cercanías de la antigua ermita.
El monasterio de San Pedro de Arlanza no fue fundado por Fernán González sino por su padre Gonzalo Fernández a principios del siglo X, concretamente en el 912. En sus cercanías se encuentra una ermita anterior, prerrománica y actualmente en ruinas, llamada de San Pelayo o San Pedro el Viejo que quizás fue el núcleo original del asentamiento monástico. Esta ermita se encuentra en un acantilado sobre el río Arlanza. En ese mismo acantilado, bajo la ermita, está la cueva de La Ermita o de San Pelayo en la cual se han encontrado restos de la cultura musteriense.
Gloriosos padres benditos Yo pagaré hospedamento
Y haré por tales rritos. Abbad, monjes y sitos
Que aya monjes más de ciento Y mi cuerpo aquí dare
Con muchas joyas e ventas Y por tal suerte hare
Y yo ansi lo horrare Que ayan villas e rrentas
La gran extensión de los condados de Castilla y Álava y su poderío militar, que conferían a su conde cierta autonomía en su actuación, así como el hecho de haber convertido esa situación, sólo comparable en el reino leonés a la que gozaba el conde Gonzalo Menéndez en Galicia, en hereditaria en su linaje, fundando así una dinastía condal castellana, que sólo se extinguirá en Castilla cuando su último conde, Fernando Sánchez, ascienda al Trono leonés y se convierta en 1037 en Fernando I rey de León. Estas circunstancias harán que, en la segunda mitad del siglo XII, cuando Castilla a partir de 1157 se haya convertido en un reino independiente y distinto de León, quisiera remontar esa misma independencia a la época condal inaugurada por Fernán González y se creara el mito y las leyendas de la independencia del condado de Castilla.
Gracias a :
Y a las diferentes páginas en Internet, que me han podido dar datos muy interesantes, para así contaros la vida de tan ilustre personaje.
Un abrazo a todos y voy presto a buscar entre libros y páginas de internet, historias apasionantes sobre lugares y personajes de España para descubriros.