JEREZ DE LOS CABALLEROS

Hola amigos, os voy a contar una aventura, que no tenía intención de hacer. Resulta que mi hijo Iñigo me comenta que tiene que hacer un viaje a Jerez de los Caballeros en la provincia de Badajoz, que le gustaría hacer una localización de iglesias, calles y ambiente, porque un amigo le había comentado que si podía hacer un reportaje fotográfico sobre la Semana Santa en estas tierras. No tenía medios para acercarse y estaba un poco apurado, porque le gustaba la idea y  parecía interesante el ofrecimiento.

Me lo pensé y me dije, bueno le voy a llevar y así de paso conozco esas tierras, que no tuve la ocasión de pasar por ellas en ninguno de mis viajes de TVE.

Quedé con Íñigo, le recogí en casa y nos pusimos en carretera. Teníamos que hacer el viaje en el día, un poco paliza pues Jerez de los Caballeros está a 4 horas y19 min (451,7 km) por A-5.

Salimos temprano y parando solo a poner gasolina y estirar las piernas, llegamos a una hora prudente a Jerez. Iñigo tomó contacto con la persona con la que había quedado, mientras que yo daba una vuelta por la ciudad intentando aparcar el coche. Fue rápida la reunión que Iñigo mantuvo y enseguida se unió conmigo, para empezar una visita turística rápida. Y así fue. Iñigo ya tenía preparado un plan de recorridos de calles, iglesias, monumentos, etc. Que tuvo que hacer con motivo del trabajo que le habían ofrecido.

No os podéis imaginar cómo estaba el campo después de que los días anteriores había llovido. Que verde más bonito, lleno de árboles, el paisaje estaba precioso, que maravilla.

Empezamos a recorrer la ciudad y así a empaparnos de las curiosidades que encierra. Nos dirigimos al Museo para enterarnos de su historia. Como vemos en la foto que nos hicimos frente al cristal, el edificio tiene premio de arquitectura. Una vez dentro nos enteramos de muchas historias interesantes ocurridas allí y de la vida del ilustre marino.

Vasco Núñez de Balboa nació hacia 1475 en la población extremeña de Jerez de los Caballeros, que por entonces se llamaba Jerez cerca de Badajoz y pertenecía a la Orden de Santiago. Fue un adelantado, explorador, gobernante y conquistador español. Fue el primer europeo en divisar el océano Pacífico desde un acantilado de su costa oriental y el primer europeo en haber fundado una ciudad estable en solares continentales del Nuevo Mundo. En 1500, animado por su señor y las noticias de los viajes de Cristóbal Colón y de otros navegantes hacia el Nuevo Mundo, decidió enrolarse en la expedición de Rodrigo de Bastidas al mar Caribe. Siguiendo a Bastidas y a su piloto Juan de la Cosa, en 1501 recorrió las costas del Mar Caribe desde el este de Panamá, pasando por el golfo de Urabá, hasta el cabo de la Vela (actual Colombia). Las naves pusieron finalmente rumbo a la isla Española, donde una de ellas naufragó. ​

Empezamos por informamos de los orígenes de estas tierras.

Estela de la Granja de Toriñuelo

Los fenicios conocían la zona y hay opiniones en el sentido de que podían haberla fundado, cuando menos ellos fueron los que le dieron el nombre de Ceret.

Durante la ocupación de Roma, Jerez, en la época conocida como Fama Iulia Seria o Caeriana, debió de ser un pueblo bastante habitado según se ve por los hallazgos arqueológicos de la llamada villa del Pomar y por estar situada entre dos ciudades de importancia como eran la hoy desaparecida Itálica y Emérita Augusta, la actual Mérida, quedando Fama Iulia cercana a la Vía de la Plata.

De la época romana se han descubierto en Jerez numerosas inscripciones, cipos, estelas funerarias, etc., aludiendo a familias romanas importantes como Julia, Helvia o Vibia. Se conservan además restos como los mosaicos del Pomar, la Calzada del alto empedrado y los puentes del Pontón y Viejo.

En la época visigoda existen algunos hallazgos de lápidas e inscripciones entre las que destaca la que existe en una columna de la iglesia de Santa María con la fecha de consagración de la misma, el 25 de diciembre del año 556 del calendario actual. Otros restos importantes de la época son una lápida con inscripción de 514 en la dehesa de la Alcozaba y otra inscripción de 662 en la dehesa de la Mata.

Juego de la Oca. Sus ancestrales e inciertos orígenes, así como el halo esotérico, que le relaciona con: El Camino de Santiago, El Camino de las Ocas, Templarios y María Magdalena.

Jerez de los Caballeros recibió varios nombres a lo largo de su larga historia. Los fenicios la llamaron ‘Ceret’ y los romanos ‘Fama Iulia’ o ‘Caeriana’. En el año 711, tras la batalla de Guadalete, pasó a estar bajo dominio musulmán y se llamó ‘Xerixa’ o ‘Xeris‘.

En el siglo XIII los Templarios, a las órdenes del rey Alfonso IX, toman la Villa de Xerez y la hacen capital del Bayliato de Xerez, que abarcaba una amplia zona de la que formaban parte la mayoría de los pueblos de alrededor.

Los Templarios consolidaron la alcazaba árabe dando lugar a lo que ahora conocemos como la Fortaleza Templaria, y levantaron el recinto amurallado que protegía la ciudad. En la fortaleza se encuentra la famosa Torre Sangrienta, en la que perdieron la vida los últimos Caballeros Templarios de Jerez.

Juan Alfonso de Castilla fue señor de Jerez de los Caballeros,​  fue un noble castellano e hijo ilegítimo del rey Alfonso XI de Castilla y de su amante Leonor de Guzmán.

Escudo del Reino de Castilla y León.jpg
Señor de Jerez de los Caballeros y de Ledesma

Aproximadamente, desde febrero de 1342 hasta noviembre de 1344, y también aparece con el título de «señor de Xerez-Badajoz» en el documento donde se consignó la donación de Caravaca a la Orden de Santiago, que tuvo lugar en agosto de 1344.

Desde noviembre de 1344 hasta 1370 la villa de Jerez de los Caballeros perteneció al realengo, aunque el día 25 de diciembre de 1370 fue donada por el rey Enrique II de Castilla, que era hermanastro de Juan Alfonso, a la Orden de Santiago. ​

El siglo XVI supuso un período de engrandecimiento para Jerez de los Caballeros. Se multiplicaron los edificios monumentales, aumentó la población, y entre 1523 y 1526 aproximadamente Carlos I le dio el título de «muy noble y muy leal ciudad», con sus correspondientes privilegios. En 1594 formaba parte de la provincia León de la Orden de Santiago figurando como Xerez de Badajoz, el Valle de Matamoros y el lugar de Santa Ana, conjunto que agrupaba a 1963 vecinos pecheros. ​

Los siglos XVII y XVIII fueron una época de decadencia para la localidad. Hubo una gran pobreza, empeorada por la independencia de Portugal en 1640. En 1651 Jerez rechazó una oportunidad de tener voto en cortes. La victoria de las tropas de la ciudad en Évora en 1662 originó una gran fiesta en Jerez. Durante la Guerra de Sucesión, Portugal se puso del bando de Carlos de Austria, por lo que los portugueses invadieron Jerez en 1706, 1710 y 1711.

Hay que ver de lo que se entera uno cuando visita un buen museo como este. Por cierto recibimos mucha ayuda del empleado que estaba en información. Nos metimos en la historia y nos preparó para visitar la fortaleza Templaria y contarnos las vicisitudes por las que pasaron en estas tierras esos monjes guerreros

Comimos algo y después de tomar un té, en un sitio muy original, pues era una antigua iglesia. Que ingenioso el establecimiento, nos bebimos la infusión, eso sí, con mucho respeto y en silencio, no fuera a regañarnos el sr. cura, nos dispusimos a empezar a descubrir esta maravillosa ciudad que os cuento a continuación. Espero que la veáis tan interesante como la vimos nosotros.

Lo primero que hicimos fue dirigirnos a la fortaleza, aprovechando que teníamos frescas en la mente todas las historias que nos habían contado en el Museo.

La herencia de la Orden del Temple

Castillo templario

Con la conquista por Alfonso IX de León en 1230, con ayuda de los templarios entró Jerez en la época cristiana. Aun en el 1240 es necesaria una campaña militar para asegurar la zona. Alejado el peligro musulmán el rey hace donación de la villa a la Orden del Temple. Con el Temple comienza una repoblación y engrandecimiento de la comarca, siendo de esta época la constitución del «bailiato» o encomienda de Jerez como lo demuestran documentos de capítulos de la orden.

Templarsign.jpg
Orden de los Pobres Compañeros de Cristo
del Templo del Rey Salomón
Estampado de los caballeros templarios que muestra a dos miembros de la orden subidos en un solo caballo, símbolo de su pobreza. También es visible: Sigillum Militum Xpisti («Sello de los soldados de Cristo»).

La disolución de la Orden del Temple en 1312 por bula del papa Clemente V hace pasar sus posesiones de España y en concreto la comarca de Jerez a la corona. Cuentan las historias del pueblo que los templarios se resistieron y fueron degollados todos los caballeros, de ahí el nombre de «Torre Sangrienta» a uno de los baluartes de la muralla de Jerez.

Otras torres de la fortaleza: Torre de las Armas, Torre de la Casilla del Carbón y Torre de la Veleta.

En 1312 Jerez de los Caballeros pasó a ser ciudad de realengo bajo el dominio de la corona, que le reconoció el derecho a nombrar procuradores en las Cortes de Castilla. Allí jugaron un papel destacado, y sobre todo en las Cortes de Burgos de 1315, para debatir sobre la regencia de Alfonso XI. En los años posteriores el castillo de Xerez de Badajoz pasó a manos de portugueses, quienes mantuvieron la fianza de plazas y fuertes hasta 1330.

La fortaleza es de origen musulmán (Alcazaba), aunque la estructura que conocemos actualmente es el resultado de una importante reconstrucción por parte de los Templarios en el siglo XIII y algunas modificaciones posteriores de la Orden de Santiago. En el interior se pueden ver los rasgos árabes de la Alcazaba original.

Es un verdadero placer recorrer el recinto de la fortaleza imaginando la forma de vida de los monjes-soldado que habitaron aquí y que consiguieron dejar una huella imborrable en la población.

Las vistas desde la fortaleza son espectaculares. Podemos ver una panorámica muy bonita de la ciudad en la que destacan las torres de sus iglesias.

Iglesia de San Bartolomé
Iglesia de Santa María de la Encarnación

Jerez de los Caballeros se encuentra al Suroeste de la provincia de Badajoz, colindante con la frontera portuguesa y asentada sobre una prominencia del terreno con una altura media de unos 500 metros sobre el nivel de mar.

Domina la amplísima y extensa vega del río Ardila, afluente del Guadiana con maravillosas vistas panorámicas de sorprendente belleza, sobre todo desde el balcón que constituye su hermoso Parque de Santa Lucía, con el respaldo de sus murallas y la magia de su fortaleza, al fondo.

Al entrar en Jerez probablemente nos encontraremos con alguna de las partes de la muralla que aún siguen en pie.

Torreón circular de la muralla junto a la ermita de Santiago

La muralla, obra de los Templarios, estaba realizada en mampostería, utilizando como materiales de construcción pequeñas piedras y argamasa. En los ángulos, para reforzarla, se utilizan sillares de granito.

A lo largo de su perímetro se pueden encontrar torres semicirculares, muchas de ellas integradas en la actual disposición urbanística de la ciudad.

La muralla disponía de seis puertas (la de Burgos, Alconchel, Sevilla, Nueva, Santiago y la de la Villa), de las que en la actualidad se conservan dos: la Puerta de la Villa y la Puerta de Burgos.

Puerta de Burgos y la estatua de Hernando Soto

El nombre de la Puerta de Burgos parece ser que le fue dado porque esta puerta está orientada hacia Burguillos del Cerro, localidad compuesta en la Edad Media por varios burgos o pequeñas poblaciones diseminadas.

En la zona alta de la villa se encuentra uno de los grandes atractivos de Jerez: la Fortaleza Templaria.

Seguimos andando por sus calles y callejas llenas de historia y de olores, si no nos olvidemos que Jerez de los Caballeros tiene buena ganadería porcina y por supuesto los derivados son excelentes. Jamones y embutidos de primera calidad, como los que encontramos en la calle Pepe Ramírez, 5, SABORDEX se llama el establecimiento. Lo lleva un señor serio y muy responsable a la vez de amable y cordial.

Iñigo hizo una foto de las suyas, mostrando el brazo fuerte del artesano agarrando una de esas viandas elaboradas en su casa.

Continúa nuestro recorrido y yo me paro delante de una de esas tiendas en las que entro, me gusta ver lo que hacen los artesanos. Me encanta olerlo y más catarlo. Os hablo del pan y de los diferentes dulces que se hacen en un buen horno. La señora muy cariñosa, respondió a todas mis preguntas sobre la elaboración de estos manjares. Iñigo aprovechó y le hizo una foto delante de su establecimiento.

Casi terminando nuestra excursión cultural por esta noble ciudad, nos desviamos porque Iñigo quería sacar unas fotos de localización de los lugares que tendría que cubrir en Semana Santa.

Terminando el trabajo que tenía que hacer, nos pusimos rumbo a casa, pues el camino era largo, conduciendo un rato yo y otro él y comentando el viaje llegamos a buen puerto y con la satisfacción, Iñigo de haberse entrevistado con esa persona, de conocer el lugar donde iba a trabajar y a sus gentes y yo de acompañarle y participar también de sus experiencias.

Y con esta bonita foto de una ciudad que os recomiendo visitar, me despido hasta otra aventura con historia.

Un saludo,


Patxi Amescua

Productor de TV

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Francisco de Amescua Seco - Copyright © 2020