
LA CARCEL QUE DIÓ ORIGEN A LA MAS GRANDE OBRA DE LA LITERATURA.

En 1597 un hombre ya de edad, entró en la cárcel y no era su primer cautiverio. Había combatido en la guerra y así le pagaban por sus servicios a favor de la patria.
Pidió papel y pluma y lo pagó a los carceleros y escribió una carta al rey para que tuviese piedad de su situación, pues había sido acusado de quedarse con los impuestos y todo había sido un error de sus ayudantes.
Pasaron los meses y el rey nunca se acordó de él, pues su vida era la de escribir en la soledad de una celda o de lo contrario se volvería loco.

Los carceleros se burlaban de él, preguntándole si quería escribir otra carta al rey; pero este tomó con un muñón el papel que le traían y al verlo, estos le preguntaron si era causa de la guerra, a lo que asintió con la cabeza y con tristeza.

Hacía días que en su mente bullía lo que deseaba escribir, por lo que se sentó y empezó a escribir:
«En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor…»
Actualmente en esa misma cárcel de Sevilla, hay una plaza que reza:
«En el recinto de esta casa, antes carcel real, estuvo preso entre los años (1597 y 1602) D. Miguel de Cervantes Saavedra y aquí se engendró para asombro y delicia del mundo, El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. La Real Academia Sevillana de las Buenas Letras acordó perpetuar este glorioso recuerdo, año de MCMLXV»