LA RIBEIRA SACRA, PARAÍSO GALLEGO
Llevamos un tiempo planeando ir a conocer una zona especial. España está llena de lugares mágicos pero esta zona concretamente no la conocemos y ahora aprovecho para empaparme sobre ella y averiguar lugares con encanto. Me refiero a la conocida como Ribera Sacra. Siempre se ha hablado mucho de esta parte de Galicia, como una zona que cuenta con una gran variedad de mitos, leyendas e historias sobre seres extraordinarios y de verdad que tengo ganas de meterme dentro de ella.
Los primeros restos arqueológicos del cristianismo en Galicia datan del siglo IV, varios cientos de años después de la presencia de los romanos, ávidos buscadores de oro, como corresponde a todo imperio que se precie. Probablemente por el clima -templado la mayor parte del año-, por la calidad de la tierra y por un paisaje que estimula la soledad y el aislamiento, los anacoretas encontraron en la zona el lugar propicio para su ascética vida. Por los empinados montes y profundos valles surgieron pequeños eremitorios como el de San Pedro de Rocas, del siglo VI, en cuyo interior hay varias tumbas antropomorfas altomedievales que ponen los pelos de punta a quienes las contemplan.
La Ribeira Sacra está compuesta por un total de veinte ayuntamientos pertenecientes al sur de Lugo y el norte de Ourense. Nuestro recorrido está determinado, en parte, por la verticalidad de las gargantas del rio Miño y el rio Sil; por monasterios, castillos, pazos, iglesias y monasterios que dan un carácter sagrado a la zona.
La primera mención de la Ribeira Sacra la podemos encontrar en un documento firmado por la reina Teresa de Portugal donde autorizaba la construcción de un nuevo monasterio (hoy en día monasterio de Sta. María de Montederramo) en la “Rivoyra Sacrata”. Dicho documento está fechado en agosto de 1124.
Hay dos teorías de peso en cuanto al origen del nombre de la Ribeira Sacra. La primera de ellas es en alusión a la gran cantidad de monasterios e iglesias que existen por la zona. La segunda está vinculada al vocablo latino robur, roble. El roble era considerado un árbol sagrado en la época prerromana.
LOS CELOS DE JUNO, LEYENDA GALLEGA
Galicia es tierra de misticismo y leyendas. A nosotros nos encanta todo lo referente a los orígenes de los lugares que visitamos, es por eso que estando en Galicia, y concretamente en la Ribeira Sacra; prestamos más atención a este tipo de leyendas.
El dios Júpiter quedó enamorado de la hermosa tierra gallega, y determinó poseerla, atravesandola con un río, el Miño. La diosa Juno, esposa del dios Júpiter, celosa por este amor, quiso alejar a Júpiter de su rival y abrió una profunda herida en el rostro de la bella Galicia. Fue tal el odio de la diosa Juno que la herida profundizó hasta límites insospechados, dando lugar a los actuales cañones del río Sil.
Mitología Fluvial
La leyenda más conocida de la Ribeira sacra es la de los xacios y las xacias, en la que se basan dos murales pintados en Pantón y Ribas de Sil. Los xacios son unos seres míticos, mitad humanos y mitad peces, que viven en los pozos del Miño y de los que se cuentan diversas historias.
Una de estas leyendas está reflejada en el mural Fillas de Xacia, pintado en un muro del recinto del colegio Monte Baliño. En un muro de la playa fluvial de San Clodio de Ribas de Sil, la figura de una xacia aparece acompañada por siluetas que representan diversas especies piscícolas de la zona, como la trucha, la carpa y la perca negra.
Las leyendas de los xacios: los xacios, llamaron la atención de los estudiosos de las tradiciones populares gallegas. El etnógrafo y escritor Fermín Bouza Brey comparó a los xacios con los nixe, unos seres fabulosos de la mitología germánica y de otros pueblos indoeuropeos -que aparecen en los cuentos de los hermanos Grimm y otras obras-, señalando que en ambos casos estos personajes consisten en «especies de ondinas o sirenas pobladoras de las aguas, caracterizadas por sus frecuentes alianzas matrimoniales con los hombres».
Otro lugar en el que puede verse un mural encargado por el consorcio de la Ribeira Sacra que hace referencia a la mitología popular es el municipio ourensano de Montederramo. En este caso se trata de la leyenda del ermitaño de la sierra de San Mamede, al que un lobo arrepentido ayudó a construir una ermita en lo alto del monte.
Y de lo legendario a lo histórico: tras aceptar la traducción de la denominación medieval de Rivoira Sacrata como Ribeira Sacra por la gran cantidad de conventos en la zona.
Dicho de otra manera: no se menciona una ribera, sino un robledal, y es bien sabido que el roble forma parte esencial de las tradiciones celtas: era el árbol sagrado y guardián del espíritu de la tribu. Lo cierto es que la Ribeira Sacra es, entre otras muchas cosas, un enorme robledal.
Muérdago y druidas Llama la atención una pequeña torre que se divisa entre los árboles que coronan una de las montañas: edificación, un priorato, que perteneció al benedictino monasterio de Santa María de Montederramo, en cuyo documento fundacional aparece por primera vez la expresión Rivoira Sacrata. Tiempo después, el convento pasó a ser de la orden del Císter. Su nombre alude, probablemente, al muérdago que recogían los druidas, lo que apoya la versión de robledal sagrado.
Recorrido
Proponemos una ruta de poca dificultad, con vehículo, realizando recorridos cortos a pie. La duración estimada es de cuatro días.
Empezamos:
Día 1º
Durante nuestra primera jornada de ruta permaneceremos en la localidad lucense de Monforte de Lemos, considerada la puerta de la Ribeira Sacra. Monforte de Lemos. ¿Sabías que el llamado Escorial de Galicia está en Monforte? Esta es una de las muchas sorpresas que te esperan aquí, porque Monforte es una ciudad con importantes monumentos, museos, servicios y puntos de interés.
Cuenta con un extenso patrimonio, materializado en monasterios, castillos, pazos, conventos y puentes. Estos atributos la convierten en una parada imprescindible para apreciar el arte y la historia.
La Terra de Lemos se extiende por una fértil llanura, atravesada por el río Cabe y dominada por el monte de San Vicente, corazón de Monforte de Lemos. La denominación «Lemos» proviene de lemavos, nombre de un pueblo prerromano de probable origen celta, del que existen testigos de su presencia en la zona en forma de numerosos restos arqueológicos. Como hicieron romanos y suevos en siglos posteriores, los lemavos escogieron establecerse en este enclave por la situación estratégica que ofrecía. Los geógrafos de la época se refirieron a este asentamiento como Castro Dactonium. En otros momentos también se empleó el nombre de Monte Forti, precedente directo del actual Monforte.
En el siglo VIII, el ya cristianizado Castro Dactonium fue destruido por los árabes. Sobre sus ruinas se levantó más tarde el monasterio de San Vicente do Pino, desde el que creció, como gran mercado agrícola y ganadero, la villa medieval de Monforte de Lemos.
El monasterio forma parte, junto con la Torre da Homenaxe y el Pazo dos Condes de Lemos, del conjunto monumental de San Vicente do Pino, el punto perfecto para comenzar nuestra visita a la localidad.
Del palacio de los Condes de Lemos, señores de estas tierras, no se conservan en la actualidad más que restos de lo que llegó a ser en el pasado. En su época dorada, sus estancias sirvieron tanto para ejercer el poder de forma temible como para celebrar fastuosas fiestas. De sus muros colgaban tapices flamencos y obras de Tiziano, Rafael y El Greco. En sus archivos se guardaron importantes documentos de uno de los linajes más importantes de aquellos tiempos. Todo eso quedó reducido a cenizas tras un incendio ocurrido en el año 1672.
La herencia medieval de Monforte de Lemos se completa con las murallas y sus torres. El recinto tiene tres salidas: la puerta de la Cadea Vella, la de A Alcazaba y la Nova, en la que se puede apreciar el emblema de los Condes grabado en mármol. Algunos tramos fueron restaurados.
A pocos metros de la muralla se encuentran algunas de las calles más representativas del casco viejo, como la calle de A Cadea Vella, la rúa dos Fornos o la rúa do Burato. Paseando por ellas podremos admirar las numerosas casas blasonadas existentes en Monforte, como la de Ribadeneira y la de Quiroga. En estas calles y plazas se asentó en los últimos años de la Edad Media una numerosa comunidad judía (junto con la de Ribadavia, la más importante de Galicia) que contribuyó a impulsar la vida comercial de la villa.
Continuamos nuestra jornada cruzando el río Cabe por el puente Viejo. Se trata de una construcción de origen romano, aunque su configuración actual data del siglo XVI. Se compone de seis arcos semicirculares y en él se pueden apreciar algunos detalles medievales. A continuación, visitamos el convento de las Franciscanas Descalzas, también llamado de las Clarisas. Más que en la arquitectura del edificio, su interés reside en el museo de arte sacro que acoge, uno de los más importantes de España. Si seguimos el curso del Cabe, llegamos al Colegio de Nosa Señora da Antiga, un imponente edificio conocido como «el pequeño Escorial gallego«. En el museo de esta construcción renacentista se conservan varias obras del Greco.
El patrimonio histórico-artístico de Monforte de Lemos se completa con la iglesia de A Régoa, antes denominada convento de San Xacinto, situada en el casco viejo. En ella destacan el altar mayor y su órgano, uno de los mejores de Galicia, conservado perfectamente a pesar de sus trescientos años de antigüedad.
Otros monumentos de interés son la ermita de San Lázaro, el puente dos Picos, el Parque dos Condes y el Pazo de Tor. Para visitar este último debemos recorrer 8 km por la carretera de Escairón. El pazo data del siglo IX y se conserva en excelentes condiciones. En su interior existe una biblioteca con más de 8.000 volúmenes, armas, cortinas de Damasco, joyas y muebles antiguos.
Como nota curiosa, en esta villa se encuentra la casa más estrecha de España, condición acreditada en el Libro Guinness. Mide 1,50 m de ancho por 20 de profundidad y se compone de cuatro pisos y planta baja.
Día 2º
SANTO ESTEVO DE RIBAS DE MIÑO
Después de conocer los puntos de interés de Monforte, salimos por la carretera C-533 en dirección a Escairón, localidad a la que llegamos después de recorrer 13,8 km. Continuamos hasta desembocar en la CRG-22. Una vez recorridos 10,6 km, llegamos a las compuertas del embalse de Belesar, y muy cerca a la izquierda se encuentra el desvío hacia la iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño.
Tras admirar la iglesia y el hermoso entorno que lo rodea, nos dirigimos hacia la aldea de Belesar. En el entorno de esta aldea se cultivan los viñedos que dan lugar a los afamados vinos da comarca.
Desde Belesar podremos tomar el catamarán que recorre el embalse de Os Peares descendiendo por las aguas del río Miño. Esta excursión de ida y vuelta tiene una duración aproximada de dos horas. Hay que tener en cuenta que, mientras que en primavera y en verano el catamarán realiza viajes regulares, en los meses de otoño e invierno su actividad se reduce a excursiones concertadas. Más información sobre catamaranes en el INLUDES, Tel.: 982 260 196 www.lugoterra.com/rutas_fluviais
Desde Belesar volvemos a la carretera CRG-22 y nos dirigimos a Monforte de Lemos. A poca distancia tomamos el primer desvío a la izquierda, que nos llevará, por debajo de la CRG-22 y, siguiendo las indicaciones, hasta la aldea de Buxán. La dejamos atrás y vemos a la izquierda la iglesia de San Paio de Diomondi, datada en el siglo XII. Seguimos nuestro camino y pasamos por las aldeas de Lamaquebrada y Ferreira. Llegamos a Eiré y paramos a conocer la iglesia de San Miguel de Eiré, una de las construcciones más peculiares del Románico gallego del siglo XII.
Para acceder a su interior hay que contactar con la oficina de turismo de O Castro de Ferreira (Pantón) Tel.: 982 456 377 / 005. En este mismo teléfono se puede solicitar la visita de las iglesias románicas de San Fiz de Cangas y Santo Estevo de Atán.
Tras recorrer 4,3 km, llegamos a O Castro de Ferreira, capital del municipio de Pantón. Allí podremos conocer varias construcciones de gran interés. Dentro de la arquitectura civil, destacan el edificio de la plaza del Ayuntamiento y el Pazo de Maside, este último no se puede visitar por ser de uso privado.
En cuanto a la arquitectura religiosa, no podemos dejar de visitar el monasterio das Madres Bernardas. Está situado en las afueras de la villa y cuenta con la peculiaridad de ser, desde su fundación y de manera continua, el único ocupado por mujeres en toda Galicia.
Se pueden visitar la iglesia y el claustro todos los días en horario de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 18:00 horas. En la portería podremos adquirir almendrados artesanos elaborados por las propias religiosas.
primer benedicto Lugo cisterciense
Desde O Castro de Ferreira tomamos la N-120 en dirección a Ourense. Ya en la carretera, tomamos un desvío a la izquierda que nos llevará a San Fiz de Cangas. Después de la visita, desandamos el camino y retomamos la N-120 en dirección a Ourense
A pocos kilómetros haremos una parada para visitar la iglesia de Santo Estevo de Atán. Nuevamente volvemos a la N-120 y nos dirigimos hacia Os Peares. Desde este último punto seguiremos las indicaciones que nos guían hasta San Vicente de Pombeiro, recorriendo un tramo de carretera estrecha en la que se aconseja circular con prudencia. Merece la pena acercarnos a la iglesia de San Vicente de Pombeiro, situada en un hermoso enclave sobre el río Sil. Normalmente está cerrada pero, mirando a través de un cristal de grandes dimensiones colocado a tal efecto en el hueco de una de las puertas laterales, podremos ver su interior con bastante claridad.
Después de realizar este recorrido y visitar la arquitectura religiosa románica a orillas del río Miño y del Sil, nos encaminamos a la población de Os Peares, en la que pondremos fin a esta segunda jornada de ruta.
Os Peares pertenece a dos provincias, cuatro ayuntamientos, tres partidos judiciales, tres comarcas e dos diócesis. Justo donde el Miño recibe las aguas del Sil.
Día 3º
RIBEIRA SACRA Y CANÓN DO SIL
Comenzamos la mañana de nuestra tercera jornada saliendo de la población de Os Peares, punto en el que confluyen las aguas del Miño y del Sil. Cruzamos el viejo puente del Sil para continuar remontando el río hacia el embalse de Santo Estevo. Nuestro camino sigue el canal del río, penetrando en su cañón. Circulamos entre la montaña y una fila de árboles paralela a las aguas. Por la otra margen corre la vía del tren. En las tierras de ribera podemos ver los bancales dispuestos para la cosecha de las uvas con las que se elaboran los vinos de la Ribeira Sacra.
A 2,2 km de Os Peares dejamos a mano izquierda las compuertas del embalse de San Pedro. Un indicador advierte que la carretera es propiedad privada. Unos kilómetros más adelante, llegamos al embalse de Santo Estevo y bordearemos también sus aguas. Recorridos 12,7 km desde Os Peares, encontraremos a la izquierda un desvío. En el indicador se puede leer: «embarcadoiro de Santo Estevo 1 km«. Desde este punto parte un catamarán que une Santo Estevo con Abeleda, situada unos kilómetros más arriba y en la que se da la vuelta hacia Santo Estevo. Otro recorrido parte de Santo Estevo y, tras dar la vuelta en San Fiz, regresa al punto de partida. San Fiz fue anegado en el 80% con la construcción del embalse. En los meses de verano, cuando las aguas están en su nivel más bajo, se pueden ver los restos del antiguo poblado.
En su versión más extensa, otro recorrido posible nos lleva 24 km río abajo desde Abeleda. Se da la vuelta muy cerca de las compuertas, en un lugar conocido como Os Chancís, donde existe un embarcadero realizado en la roca. Este trayecto nos llevará tres horas y se puede recorrer en cualquier mes del año. El catamarán parte a las 11:30 por la mañana y a las 16:00 horas por la tarde. Cabe tener en cuenta, en todos los casos, que algunos viajes sólo se realizan cuando el número de pasajeros llega a quince personas. Se pueden concertar los viajes con anterioridad.
Más información: Viajes Pardo (Ourense) Tel.: 988 210 460 y Hemisferios Viajes (Lugo) Tel.: 982 254 545.
Nuestro viaje en catamarán nos llevará por parajes de gran encanto. Las aguas remansadas y las formaciones rocosas del cañón crean un grandioso espectáculo para la vista. Podremos divisar, en el alto, el monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil y pasaremos cerca del enclave conocido como Os Balcóns de Madrid. En las orillas existen pequeños embarcaderos utilizados por los viticultores de la zona para transportar la uva en época de cosecha. En algunos casos, la salida al embalse es la única que existe. Tras admirar estos paisajes, damos por finalizada nuestra jornada matinal.
El recorrido de la tarde de esta tercera jornada en la Ribeira Sacra parte del embarcadero de Santo Estevo. Desde este desvío seguimos nuestro camino por la carretera que nos trajo desde Os Peares, en dirección a Loureiro y Luíntra. Después de 4 km, llegamos a una encrucijada. Si giramos a la izquierda, llegaremos al monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil y al lugar conocido como Os Balcóns de Madrid. Por el contrario, el ramal de la derecha nos lleva al monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil.
Visitaremos primero Santa Cristina, así que giramos a la izquierda. En el lugar de Caxide encontramos un singular campanario construido en hierro forjado. A una distancia de 13,8 km desde el cruce del embarcadero de Santo Estevo llegamos a Parada de Sil. El monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, es lugar de leyendas y de mucha magia. La información turística se refiere a este monasterio del siglo XII como la joya del románico de la Ribeira Sacra.
Fue un centro benedictino, documentado desde el siglo X. Además de la iglesia con un gran rosetón muy bien conservado, alberga pinturas renacentistas. Cuenta la leyenda que había un túnel que comunicaba la iglesia con el exterior.
Sobre el monasterio escribe que su incorporación a la orden del Cister se produce entre los años 1155 y 1163; su cambio de advocación a santa María, en 1160. Durante estos años se produce el traslado desde Seoane hasta su ubicación actual. En los siglos XII, XIII y XIV, el monasterio gozó de grandes privilegios, tanto de nobles piadosos como de reyes generosos. Así, alcanzó un gran patrimonio y poder económico parejo a su prestigio espiritual». Aquellos austeros anacoretas trajeron estos ricos e influyentes monjes
A 4,5 km tomando un desvío a la izquierda de esta población. Después de la visita desandamos el camino y nos incorporamos de nuevo a la carretera. Unos metros más adelante, hacia la izquierda, veremos el cartel que nos indica la forma de acceder a Os Balcóns de Madrid. Desde este punto disponemos de unas magníficas vistas sobre el río Sil. Apreciamos la singular belleza del paisaje creado por las paredes del Cañón del Sil al encerrar las aguas del embalse.
Continuando la carretera que une Parada de Sil con A Teixeira y O Castro de Caldelas encontramos el cañón del río Mao. El Mao se une con el río Sil en el lugar de Barxacova y aquí comienza una ruta de características muy singulares. Una espectacular pasarela de madera construida a una considerable altura sobre el escarpado terreno de las márgenes del río nos invita a disfrutar del paisaje. La caminata discurre en gran parte a la altura de las copas de los árboles atravesando un bosque de robles, castaños, madroños y laureles. Recomendamos no perderse esta experiencia ya que el recorrido posee un atractivo muy diferente a las demás rutas de senderismo de la Ribeira Sacra.
Damos la vuelta y nos dirigimos, nuevamente por Parada de Sil, Caxide y Loureiro, a Luíntra. En el camino pasaremos por delante del desvío al embarcadero de Santo Estevo (desde el que parte el catamarán). A 2,4 km de este desvío se encuentra, a la derecha de la carretera, el área de ocio de Santo Estevo. Cuenta con una caseta de información turística en su vecindad. Aquí tomaremos la carretera que sale a la derecha para llegar, después de 3,5 km, al monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil restaurado en estos últimos años como uno de los establecimientos más sugestivos de la red de Paradores. Es el monasterio más importante es un centro de poder no sólo religioso, ya que su abad fue durante siglos el encargado de impartir justicia y nombrar escribanos y oficiales de aduana.
Volvemos a la carretera principal y continuamos el camino a Luíntra, capital del municipio de Nogueira de Ramuín, situada a 5 km. Este ayuntamiento es conocido popularmente como lugar de origen de «afiladores y paragüeros«.
Llegamos al centro de la población, donde existe una glorieta. En ella tomaremos, desviándonos a la izquierda, la dirección de Loña do Monte, localidad ubicada a 6 km. La dejamos atrás y unos kilómetros más adelante vemos tres formaciones rocosas casi idénticas que nos indican la cercanía del monasterio de San Pedro de Rocas. Resulta sorprendente la visita al antiguo eremitorio de San Pedro de Rocas (Ourense). El paisaje, marcado por el aislamiento y soledad, nos lleva a los remotos tiempos en que los ermitaños y anacoretas ocupaban los escondidos parajes de la Ribera Sacra.
Se cree que el origen del Monasterio que allí hubo se remonta al siglo VI, por una lápida con inscripción, en ella figuran los nombres de siete varones que se refugiaron aquí para consagrarse a la vida monástica entonces extendida por Galicia. El año de la inscripción es el de 573, que supone una prueba de la existencia de la vida cenobítica en Galicia anterior a los Monasterios mozárabes y a los fundados por San Fructuoso.
Este primitivo Monasterio desapareció, quedando desierta su iglesia, hasta que en tiempo de Alfonso III, (finales del siglo IX y comienzos del X), un caballero llamado Gemondo descubre este lugar y se retira para hacer vida de oración y penitencia, al que se le unen otros más creándose una pequeña comunidad bajo la autoridad del citado Gemondo, como Abad de este recién creado monasterio.
San Pedro de Rocas es muy favorecido por el propio monarca Alfonso III, que dota a este cenobio de grandes donaciones que son confirmadas por Alfonso V, a las que siguieron de otros reyes como Alfonso VII, Fernando IV y Enrique III.
Durante siglos San Pedro de Rocas para por diversas dependencias. En algunas ocasiones se vincula a San Esteban de Ribas de Sil, en otros momentos los priores aparecen como autónomos hasta que en el siglo XV el Priorato de San Pedro de Rocas queda unido al Monasterio de Celanova definitivamente.
Tras la Desamortización el antiguo monasterio se convierte en parroquia hasta que incendios y derrumbes de principios de siglo XX casi hacen desaparecer este valiosísimo monumento.
La iglesia monasterial, de la que tan sólo quedan las paredes, fue construida utilizando como uno de los muros el paramento de las tres capillas trogloditas, que aparecen abiertas en la roca de la vertiente del monte, como si fuesen construidas para refugio y templo de los eremitas que allí iniciaron la vida de retiro.
Sorprenden además otros pequeños detalles que encontramos en las sepulturas antropoides labradas, formando línea, en las rocas existentes en el lugar destinado a cementerio de los monjes. Son el testimonio arqueológico de una antigüedad impresa en las capillas hipogeas, (bóveda subterránea que en la antigüedad se usaba para conservar cadáveres sin quemarlos), reliquia única de la vida eremítica existente en Galicia en el siglo VI. A esto cabe unir la originalidad de la gran roca utilizada como campanario, en medio del amplio valle.
Última parada del día. Penetramos en un bosque frondoso de coníferas y los indicadores nos llevan a él después de recorrer 5 km.
Día 4º
SANTA MARÍA DE XUNQUEIRA DE ESPADANEDO
SANTA MARÍA DE MONTEDERRAMO
CASTRO CALDELAS
Nuestra última jornada de ruta por la Ribeira Sacra comienza en las cercanías del monasterio de San Pedro de Rocas, última parada del día anterior. Salimos a la carretera y nos dirigimos a la izquierda. A los pocos kilómetros desembocamos en la C-536 y tomamos la dirección de Esgos (a la izquierda). Dos kilómetros al otro lado de esta localidad encontramos el Alto do Couso, de 701 m de altitud. A 5,6 km de Esgos llegamos a una encrucijada. En ella giramos a la izquierda para llegar a Xunqueira de Espadanedo, donde visitaremos el monasterio de Santa María.
Continuamos nuestro recorrido y a unos 6 km de Xunqueira llegamos al Alto do Rodicio, a 950 m de altitud. Seguimos avanzando y, después de recorrer otros 6 km, llegamos a Vilariño Frío, donde podemos detenernos para visitar su puente. Es de origen romano, aunque presenta elementos muy posteriores. Hay que tener en cuenta que para llegar a él tendremos que recorrer 400 m a pie. En invierno es bastante habitual que sus cercanías presenten una gran cantidad de agua.
Desde Vilariño Frío a Leboreiro dista sólo un kilómetro. En este último lugar, giraremos a la derecha para dirigirnos a Montederramo, del que nos separan 5 km. Allí visitaremos el monasterio de Santa María, actualmente cerrado por obras. Algunas zonas son de uso privado, pero se puede conocer la mayoría de ellas en visita guiada.
Desde Montederramo, continuamos por la carretera que discurre por el lateral del monasterio. Más adelante, a 2,7 km, tomamos un desvío a la izquierda, con indicaciones hacia Marrubio y O Castro de Caldelas. El crucero de Marrubio y la capilla de Santo Antón, que podremos detenernos a conocer, se encuentran a tan sólo un kilómetro del desvío. Tras esta pausa volvemos por el mismo camino y nos dirigimos al Castro de Caldelas, situado a unos 16 km. Visitaremos el castillo, la iglesia de Santa Isabel y el santuario de la Virxe dos Remedios.
El viaje está llegando a su fin y haremos otra vez mención a los vinos tintos de la zona, que se conocen con el nombre genérico de mencía, pues tal es la variedad autóctona de la uva que se utiliza en su elaboración, sin despreciar, aunque en menor medida, la variedad de blancos conocida como godello. Un tinto afrutado y de gran presencia, muy recomendado para acompañar las carnes. Dicen que una de las variantes de este vino, el Amandi, se le hacía llegar al César desde la Gallaecia romanizada.
Si quieres conocer más del proceso de elaboración del vino de la Ribeira Sacra, no hay nada mejor que visitar alguna de sus bodegas, después de un recorrido por las instalaciones, ofrecen una degustación de sus vinos blanco y tinto. Otra opción es visitar el Centro del Vino de la Ribeira Sacra en Monforte de Lemos, incluye un espacio museístico, una tienda con vinos de todas las bodegas de la región y hasta una tapería donde degustar los caldos junto con una buena tapa. Pero no sólo de vinos vive la región, también son muy famosos los orujos y licores que elaboran.
Otros productos de excelente calidad de la región pueden ser: miel, aceite, cerezas o castañas. Para acompañar un buen orujo o licor.
Quizá el otoño sea la mejor época para navegar en catamarán por estos parajes, cuando los árboles ofrecen una mayor gama de colores y el ambiente roza la melancolía. Lo que es seguro es que la diosa Juno quiso salvaguardar el amor de Júpiter, pero su rabia nos proporcionó a los mortales un gran espectáculo de la naturaleza.
También os recomendamos estas rutas, seguro que después de esta os animáis a seguir indagando otros posibles lugares de interés. De algunos ya hemos hablado y visitado en el anterior recorrido, pero yo os propongo además esta ruta y vosotros la alternativa que más os guste.
RUTA DE LOS MONASTERIOS
Los monasterios son unas de las mayores joyas de la Ribeira Sacra.
Podemos comenzar la ruta desde Monforte o desde Ourense. Si decidimos salir desde Monforte tomamos la N-120 desviándonos en Ferreira de Pantón para visitar el Monasterio de San Salvador de Ferreira, desde aquí podemos retomar la N-120 dirección Ourense y desviarse en Os Peares, o más adelante a la altura de Penalba. Ambas vías nos llevarán a Luintra para dirigirnos en primer lugar al Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil.
Si decidimos realizar nuestra salida desde Ourense cogeremos la carretera N-120, y tomando en Os Peares la carretera de servicios de las presas hidroeléctricas, que nos llevará por el margen del río Sil. Esta carretera, construida por las compañías hidroeléctricas, es privada, pero se permite la libre circulación de vehículos particulares. Después de un recorrido al mismo nivel del río, la carretera empieza una subida hacia Luintra desde donde seguiremos dirección Parada de Sil para acercarnos al monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil. Actualmente el monasterio pertenece a la red de Paradores de Turismo, pero se pueden visitar libremente los tres claustros, la iglesia y un centro de interpretación del mismo situado en la planta baja.
Volvemos sobre nuestros pasos y tomaremos la carretera general de Luintra a Parada de Sil. En la entrada de este núcleo encontraremos un desvío a la izquierda que nos conducirá hasta el monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, al que se accede a través de una pista asfaltada.
Regresando de nuevo hacia Parada de Sil (donde podemos acercarnos al magnífico mirador de los Balcones de Madrid), tomaremos la carretera que, por Hedrada, nos lleva hasta Vilariño Frío, en el cruce con la antigua carretera comarcal de Ourense a Ponferrada.
Nuestro siguiente objetivo es el monasterio de Santa María de Montederramo, máximo representante del arte herreriano en Galicia. Para llegar hasta Montederramo recorreremos unos kilómetros en dirección Trives y tomaremos una carretera local a mano derecha, que se interna hacia Montederramo y la Sierra de San Mamede.
Si regresamos y seguimos la antigua carretera comarcal, esta vez hacia Ourense, pasaremos por Vilariño Frío y el Alto do Rodicio, desde donde podremos apreciar unas grandiosas vistas sobre el valle de Maceda. En Pleno descenso, tomaremos un desvío hacia la derecha para acercarnos a Xunqueira de Espadañedo, donde admiraremos su monasterio.
San Pedro de Rocas será el siguiente punto de interés, en el ayuntamiento de Esgos. Este es un valioso conjunto que cautivará al viajero por la fusión entre medio rural y patrimonio histórico, testimonio del asentamiento en estas tierras de los primeros monjes, con las tumbas labradas en la roca. Para eso volveremos a la carretera comarcal, pasaremos la capital municipal de Esgos y tomaremos un desvío a mano derecha, que nos llevará directamente al cenobio.
COMIENZO
Monasterio San Salvador de Ferreira
PARADA 1
Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil
PARADA 2
Monasterio de Santa María de Montederramo
PARADA 3
Monasterio Santo Estevo de Ribas de Sil
PARADA 4
Monasterio de Santa María Xunqueira de Espadanedo
FINAL
Monasterio de San Pedro de Rocas
San Vicente de Pombeiro
Esta hermosa iglesia se encuentra situada en el margen derecho del río Sil poco antes de su desembocadura en el río Miño. Se encuentra rodeada de una exuberante vegetación en un emplazamiento que ya eligieron antiguos eremitas, de los que quedan algunos restos como varias tumbas antropomórficas.
Como es habitual en muchas otras iglesias de la zona, San Vicente de Pombeiro formó parte, allá por el siglo X, de un monasterio del que hoy no quedan más que algunas huellas. La iglesia fue construida entre los siglos XII y XIII, aunque en etapas posteriores sufrió diversas reformas. Es de planta basilical, con tres naves y otros tantos ábsides semicirculares. La particular entrada principal está dispuesta entre dos contrafuertes. Dos pares de columnas sostienen, por encima de un tímpano liso, arquivoltas levemente apuntadas. En la parte superior vemos seis arcos decorados con cabezas humanas y formas geométricas, conjunto que recibe el nombre de “guarda lluvias”. Los muros norte y sur disponen también de puertas de interés. La primera es similar a la de la principal, mientras que la sur está situada bajo un rosetón decorado.
La fachada oeste cuenta con una torre de sección circular, rematada por un campanario de sección cuadrada, resguardado por una pequeña cúpula. Mirando por una cristalera situada en el muro norte podremos ver los espacios interiores del templo. En ellos se conservan retablos renacentistas y barrocos, así como restos de antiguas pinturas murales del siglo XV.
Santa Comba (San Trocado)
Lugar: Santa Comba
Bande – Ourense
Datada en el s.VII, es la única construcción que se conserva de un antiguo monasterio, siendo declarada Monumento Histórico Artístico en 1921. De reducidas dimensiones, el exterior se caracteriza por el sabio juego de volúmenes. Presenta una planta de cruz griega, precedida de un pórtico a los lados del cual se disponían dos estancias. Lo mismo sucede en los ángulos de la cruz, por lo que en su trazado exterior, la iglesia aparece como un gran rectángulo del que tan sólo sobresale una ábside de planta rectangular. El interior, de una grande austeridad, está totalmente abovedado, a excepción de las estancias laterales que presentan techumbre de madera. Sobre el cuadrado del crucero se alza un cimborrio cubierto por bóveda de arista, construida en ladrillo. La ábside que posee la bóveda de cañón, arranca con un friso decorado y presenta una hermosa celosía de mármol calado. Se conservan de la época visigoda: arco de herradura marcando la ábside y otros cuatro arcos de herradura en el arranque de las bóvedas de cañón (parecen de medio punto porque el motivo sogueado los oculta). Nos encontramos elementos ajenos al plan visigodo, no solo referidos a la restauración del s.IX, sino también materiales de la etapa romana reutilizados: dos de las columnas del altar, la loseta de mármol de la mesa del altar, dos aras, un miliario reconvertido en pila bautismal, etc.
Decorada con pinturas del siglo XVI. En la cabecera se representa la escena de la Anunciación de la Virgen, con el ángel Gabriel, la paloma del Espíritu Santo y una figura con una casulla, posiblemente S. Martín. En la bóveda Dios Padre con su Hijo crucificado en brazos y los cuatro evangelistas con sus símbolos. En el intradós el sol y la luna sobre fondo estrellado. También aparecen pintadas palmas y ácimos en la bóveda y en el intradós.
En la capilla de la derecha nos encontramos el sarcófago de San Torcuato, uno de los primeros discípulos del Apóstol Santiago. Sus restos estuvieron en el mismo hasta el siglo X, cuando fueron llevados al monasterio de San Salvador de Celanova. El sepulcro aparece muy desgastado porque los devotos lo raspaban, para llevar el polvo del mismo como reliquia.
Fuera del muro del templo se pueden ver los restos de una capilla anexa donde se practicaban bautizos para que la gente pudiera entrar en la iglesia como cristianos. Hoy todavía se conserva la pila bautismal. Pegado a los muros del atrio se encuentra una fuente llamada el Pozo de los Enamorados.
Acceso
A 10,6 km. del centro de Bande siguiendo la carretera O-540. Partimos desde el ayuntamiento por la carretera O-540 (dirección Lobios) o también llamada calle Pombal. En el km. 9,9 desviarse a mano derecha, y a 700 m. está la iglesia.
Orden Religiosa
Benedictinos
Declaración
Bien de Interés Cultural
Y eso es todo amigos, espero que os haya animado igual que a mi a recorrer estas tierras llenas de magia y de historia, doy las gracias a las páginas de la Ribera Sacra por su excelente documentación.
Un abrazo a todos y hasta una nueva aventura,
Antonio
Y ¿cuándo nos vas a llevar?
Qué ganas de ir … y contigo.
Patxi Amescua
Antonio solo hay que proponérselo y lo hacemos. Seguro que lo pasarás genial.