LOS CERVECEROS DE LA EDAD MEDIA: LOS MONASTERIOS

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Buena parte de la historia de la cerveza se ha gestado entre de los muros de monasterios. Allí se conservaron durante muchos años los secretos para su elaboración y se desarrollaron importantes recetas de la tradición cervecera.

Tras la caída del Imperio Romano, los monasterios cristianos de la Edad Media cumplieron una importante función como centros de conservación del saber. Entre los conocimientos que se protegieron en sus scriptoriums estaba la elaboración de cerveza, un proceso que también se encargaron de perfeccionar. Los monasterios irlandeses, más vinculados con la cerveza que los de zonas de consumo de vino, tuvieron un papel especialmente relevante.

Con el Sínodo de Aquisgrán del año 816 la relación de los monasterios y la cerveza dio un paso más. Se estableció que los monjes deberían recibir diariamente un vaso de vino o, cuando no hubiera vino, el doble de “buena cerveza”. Esto favoreció que se instalasen cervecerías en muchas abadías.

De esa época es la Planta de Saint Gall, un dibujo arquitectónico de un monasterio de alrededor del 830 que se conserva en la biblioteca de la Abadía de San Galo (Suiza). 

La planta de Saint-Gall, dibujada después del concilio de Aquisgrán del año 817, corresponde a una abadía destinada a la oración, al trabajo manual e intelectual, a la recepción de anfitriones, al cuidado de los enfermos de acuerdo con las normas monásticas dignas que los reyes prescribían para sus propios dominios

La planta representa un completo conjunto monástico benedictino incluyendo iglesias, casas, establos, cocinas, talleres, cervecería, enfermería, e incluso una casa especial para las sangrías. Esta planta nunca fue realmente construida, y fue llamada así porque fue conservada en la famosa biblioteca medieval de la abadía de St. Gall, donde todavía permanece hoy día. Fue dibujada en un scriptorium en

 en la tercera década del siglo IX, dedicada al abad Gozbert (816-836) de San Gall.

En este plano se detallan tres cervecerías: una para el consumo diario de los monjes, otra para el servicio a los huéspedes nobles y otra para fabricar para los peregrinos y los pobres. También aparece una zona para el almacenamiento con capacidad para más de una docena de toneles de gran tamaño.

Reconstrucción de los edificios de la abadía de Saint Gall según el plan histórico del siglo IX.

La producción de cerveza en los monasterios fue problemática. La nobleza no veía con buenos ojos esta actividad y consiguió que se cerrasen las cervecerías de algunas abadías. Sus protestas se debían a que los monasterios se habían convertido en lugares propensos a los excesos. También buscaban menoscabar
el poder de la Iglesia y acabar con la exclusividad de la elaboración de cerveza
 que los religiosos ostentaron durante mucho tiempo.

Finalmente se consiguió eliminar ese privilegio, pero los monasterios conservaron el monopolio de la comercialización de algunos ingredientes para la fabricación. La venta de levadura estaba en esa lista, pero era el gruit —una mezcla de hierbas y especias— el que más beneficios aportaba.

gruit - enebro
Gruit

A medida que la producción de cerveza se convirtió en una actividad comercial y la iglesia perdía poder en
Europa, la actividad cervecera en los monasterios fue decayendo. Desapareció casi en su totalidad tras la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas. Finalizado estos conflictos, algunos monasterios belgas retomaron la producción como una fuente para obtener recursos. Estas abadías de la orden Trapense continúan elaborando cerveza y en los últimos años se ha incrementado el número de ellas que cuentan con una fábrica.

En otros casos, el pasado monacal de la cerveza se conserva en populares marcas “de abadía”, pagando el cervecero un canon a la Iglesia por el uso del nombre.

En los monasterios de Fontanelle (Normandía), St. Denis (París) y Saint-Germain-des-Prés (París) se conservan documentos del siglo VIII en los que se menciona el lúpulo. Por eso no es extraño que sea una abadía la que conserva la primera evidencia de su uso en la elaboración de cerveza.

En el 822, Adelardo de Corbie, abad de algunos de los monasterios más importantes de su tiempo y consejero del emperador Ludovico Pío, dentro de las Consuetudines Corbeienses —las normas de funcionamiento de sus abadías— menciona las tareas de recogida de lúpulo y uso en la producción de cerveza.

Lupulo-ingredientes-amantes-cerveceros
EL LÚPULO, LA SAL Y LA PIMIENTA DE LAS RECETAS CERVECERAS

El cultivo del lúpulo también está muy bien documentado desde mediados del siglo IX en los registros de Freising. En esta localidad bávara cercana a Múnich se levanta la abadía benedictina de Weihenstephan, que goza del título de la cervecería más antigua del mundo (1040).

El monasterio alemán de Weihenstephan, la cervecería más antigua del mundo  en funcionamiento
abadía benedictina de Weihenstephan

Mi agradecimiento a la página de historia de :

Cultura de Cerveza


Patxi Amescua

Productor de TV

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