Monasterio de San Isidro de Dueñas

Cuando estuvimos alojados María yo en la casa rural de Castillejo de Robledo, la dueña Isabel nos hablo de que teníamos que ver un monasterio muy interesante en la provincia de Palencia y es lo que os voy a contar a continuación.

En plenos montes calcáreos del Cerrato Palentino se levanta el insigne monasterio de San Isidro de Dueñas, conocido popularmente como “La Trapa”, donde todavía hoy, tras más de diez siglos de historia, de los monjes cistercienses sigue brotando la alabanza y el honor al único que hace maravillas. 

Su construcción se remonta al siglo VII, pues existe constancia de que estuvo ocupado por monjes visigóticos. En el siglo XII era un monasterio benedictino, más tarde fue priorato del Cluny (también benedictino) y posteriormente perteneció a la Congregación de San Benito de Valladolid, de enorme relevancia en España. Tras la célebre desamortización de Mendizábal en 1835 los monjes fueron expulsados. En 1891 se asentó la primera comunidad trapense, y de ahí hasta la actualidad.

Primitiva fundación visigótica que se incorporó a la Orden del Cluny por Alfonso VI desde 1060 a 1075. Se fija su fundación en el reinado de Alfonso III el Magno (866-910).

Alfonso III el Magno

La Iglesia posee tres naves con crucero y tres ábsides, separadas por pilares cruciformes sin columnas, y la portada es románica. Lo más antiguo es la puerta del hastial y el cubo rectangular que aún se conservan, si bien los capiteles recuerdan a Fromista y Silos.

Está habitado por los conocidos trapenses palentinos, a unos 13 kilómetros de Palencia, muy cerca de la confluencia de los ríos Carrión y Pisuerga. Durante los Oficios se canta gregoriano.

La comunidad está formada por 43 miembros, aunque en el presente solo residen 35 en el monasterio. Los restantes se encuentran en diversas misiones; bien en las fundaciones esparcidas en otros países, bien de capellanes en monasterios de monjas, estudiando en Roma, etc.

Monjes cantando gregoriano

Es la orden más silenciosa y discreta del mundo. El Monasterio de San Isidro de Dueñas, Palencia, mantiene la tradición de acoger huéspedes que buscan tranquilidad, retiro espiritual y el encuentro consigo mismo.

«A todos los forasteros que se presenten se les acogerá como a Cristo». 1.500 años después de que San Benito escribiera este precepto en su Regla, los monjes trapenses de la Abadía de San Isidro de Dueñas (Palencia) conservan con arraigo y convencimiento la larga tradición de mantener sus puertas abiertas desde las 4 de la madrugada a quienes quieran traspasarlas.

Y así termina mi pequeña historia de este santo lugar.

Cuando vallamos a visitarlo, volveré a escribir sobre ello y de seguro que amplio el reportaje, ya que tendré la oportunidad de hablar con los monjes y me darán mas información, amen de traerme de su tienda, chocolate para degustarlo, que seguro que estará delicioso.

Así ayudo a mi espíritu por partida doble, una al saborear tan delicioso dulce, la otra para ayudar a estos santos hombres a sobrevivir en su dura tarea divina.

Un saludo amigos,


Patxi Amescua

Productor de TV

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