Monasterio de Santa María de Iguácel

Ya ni me acuerdo si os he hablado de este monasterio, pero he leído un artículo muy interesante y necesito contároslo, no se, pero me gusta hablar a mis amigos de las cosas que a mi parecer me resultan interesantes.

Iguácel significa “la felicidad del cielo”

La iglesia de Santa María de Iguácel es una iglesia románica española en Larrosa, Jacetania, provincia de Huesca, Aragón. Se halla en el valle llamado de la Garcipollera cerca del Camino de Santiago. El monasterio tuvo gran devoción y fue muy famoso en su época, tanto, que el rey Sancho Ramírez le concede la villa cercana de Larrosa. Puede accederse a ella por la carretera de Canfranc, tomando el desvío al llegar a Castiello de Jaca, desde allí seguir el valle.

Sancho Ramírez rey de Aragón y de Pamplona

Fue también lugar de peregrinación y monasterio benedictino. La ocuparon monjes benedictinos, comunidad establecida por su fundador el Conde D. Sancho. Después fueron trasladados al monasterio de San Juan de la Peña en el reinado de Pedro I (inicio del XII), y entonces fue ocupada por una comunidad de religiosas bernardas, que posteriormente se trasladaron a Cambrón.

En nuestra reciente visita a la iglesia de Iguácel o Iguácel, nos sorprendió algo que nos contó su guía. Nos aclaró que, aunque él no era nada dado a creer en «cosas extrañas», sí que había comprobado que, cuando todavía estaba colocada la vieja tarima de madera en la iglesia, y alguna persona pasaba sobre una zona próxima a la puerta sur, éstos sentían una agradable sensación de bienestar y de paz que los hacía permanecer sobre esa zona. Cuando la ASOCIACIÓN SANCHO RAMÍREZ realizaba las tareas de restauración de la iglesia de Iguácel o Iguácel se toparon con una muy agradable sorpresa, bajo la vieja y muy deteriorada tarima de madera, se encontraron con el enmorrillado o suelo de piedra original.

Este enmorrillado milenario tiene, ¡¡oh, casualidad!! justo en esa «apacible» zona junto a la puerta sur, un muy curioso e inquietante círculo de piedra con una cruz inscrita en él.

Un curioso círculo en el enmorrillado milenario del siglo XI de la iglesia de Iguácel o Iguázel. Valle de la Garcipollera, muy próxima al Camino de Santiago y a Jaca. Provincia de Huesca.

CÓMO LLEGAR

A Santa María de Iguácel, se encuentra en el fondo del hoy deshabitado valle de la Garcipollera, se accede desde Castiello de Jaca.

Una pista forestal nos adentra en el valle hasta su cabecera, donde está la iglesia.

El lugar es mágico. La pradera verde en la que asienta el templo, el pinar, los montes, el río… Con la imagen inferior quiero transmitir una vista inusual del monasterio. Lo importante es el árbol con todo lo que significa de puente entre lo telúrico y lo celestial. Nexo de unión entre tierra y cielo. Árbol y agua. Doble teofanía que reviste de magia el lugar. Antes que monasterio hubo árbol y quizá -como opinan algunos- un lugar de fuerte energía. No es casual el emplazamiento de los monasterios en parajes tan bellos en los que sin saber por qué, es frecuente que contemplándolos te recorra un escalofrío por más que nuestra inteligencia trate de desterrar ideas esotéricas.

La reja románica de forja y la Virgen titular, ambas de mediados del XII, se guardan en el Museo Diocesano de Jaca. El segundo domingo de Julio se celebra peregrinación de los antiguos habitantes del valle, regresando la Virgen a su templo en esa fecha.

Bueno amigos, tengo la sensación que me repito con este reportaje, pero lo veo tan interesante y ubicado en tan hermoso lugar, que me he visto en la tentación de volver a repetir.

Lugares mágicos de nuestra tierra, a que suena bien, pues tenemos que conocerlos e impregnarnos de estos maravillosos paisajes y cerrar los ojos cuando estemos delante de estos monumentos y meternos dentro de estas edificaciones y oler en su interior, seguro que algo notamos, alguna sensación nos recorrerá el cuerpo y el espíritu.

Un saludo amigos y hasta pronto,


Patxi Amescua

Productor de TV

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