Pío Baroja en Vera de Bidasoa

Aunque no existe frontera, un algo misterioso le advierte al viajero de la presencia de valles franceses y guipuzcoanos que le conducen, si sigue las aguas del río Bidasoa, hacia Navarra.

Los densos bosques que surgen a cada paso se hacen verdes, amarillos, rojos y ocres, según la estación del año. Ya al fondo, se oye el rumor del agua con los chapoteos de las truchas.

El Bidasoa le lleva hasta Vera, pequeño refugio de uno de los literatos más insignes que ha manado nuestras letras: Pío Baroja.

En un extremo de Vera de Bidasoa (Bera en euskera) se encuentra la casona Itzea, la espléndida mansión familiar de los Baroja habitada a principios del siglo XX, en la que vivió el escritor vasco y en la que también residió su sobrino, el antropólogo y académico Julio Caro Baroja, 

uno de los historiadores más reconocidos que ha tenido España.

Además de su valor arquitectónico, este célebre caserón señorial, convertido en un dominio familiar, acoge una espléndida biblioteca con más de 30.000 volúmenes. 

El escritorio de la casa parece preparado para que vuelva el novelista. Allí están sus sellos, sus tarjetas, sus plumas.

La historia de Vera de Bidasoa

El pasado de Vera de Bidasoa del que se tiene mayor constancia se remonta al siglo XV, cuando Carlos III, rey de Navarra, concedió a la villa una serie de privilegios por haberse defendido con tesón de sus vecinos guipuzcoanos y labortanos.

El proceso inquisitorial de Logroño de 1610 condenó a la hoguera a muchos vecinos de Vera acusados de brujería. Y es que Navarra es tierra de hechiceros y herejes perseguidos, como ocurrió en Zugarramurdi.

Lugar estratégico

Su estratégica posición fronteriza le hizo ser un enclave de enconada disputa entre España y otras potencias militares en épocas posteriores. En el siglo XVIII, durante la Guerra de la Convención, Vera fue ocupada tanto por las tropas españolas como las francesas hasta el fin de la contienda.

Un siglo después sirvió de asentamiento de los ejércitos del Duque de Wellington

 en la Guerra de la Independencia que iban a la búsqueda del rival francés.

Guerras charlistas en Vera de Bidasoa

Y también, como uno de los escenarios en los que se desarrollaron las Guerras Carlistas, Vera fue utilizada como zona de entrada de Don Carlos de Borbón para proclamar la guerra contra Amadeo de Saboya.

La casa de Pio Baroja

Vera de Bidasoa pertenece a la comarca de las Cinco Villas, formada por las localidades de Lesaca, Echalar, Aranaz y Vera. Aparte de la magnífica mansión de la familia de los Baroja, el viajero puede descubrir una hermosa colección de casas solariegas distribuidas en su recorrido por los rincones de este municipio navarro.

Vera casa gotica

La calle Legia, que une los dos núcleos de población de Vera, regala a quien tiene la oportunidad de visitarla la estampa de la única casa gótica que aquí existe. Merece la pena prestarle atención.

El viajero también puede contemplar y, si tiene suerte, escuchar el estupendo órgano de la parroquia de San Esteban Protomártir.

No sin antes aproximarse hasta la iglesia de San Esteban, que en sus orígenes fue una casa-torre gótica. Consta de planta de cruz latina, y bóveda de crucería. Del edificio original apenas quedan restos. El retablo principal es de estilo neoclásico, del siglo XIX.

Y proseguir su ruta por el pintoresco barrio de Alzate, con armoniosas casas muy cuidadas.

Vera tiene el encanto de los pueblos norteños de la península.

También debe incluir el zurrón del viajero una pequeña aproximación hasta la Casa Consistorial (siglo XVIII), que le sorprenderá por alzarse como un edificio barroco con pintadas murales policromadas y motivos alegóricos que confieren a la fachada un aire peculiar.

Julio Caro Baroja, fue el autor de los bocetos de los dibujos.

Uno de los lugares con más historia de Vera de Bidasoa es la Carpintería (Larumbe),

que tiene en la fachada las armas de Legia. En esta casa durmió José BonapartePepe Botella, hermano de Napoleón y rey de España entre 1808 y 1813, de camino a Francia, tras fugarse de la Batalla de Vitoria. Más tarde, el Duque de Wellington hará lo propio.

Algunos de los ancestrales bailes conservados en Navarra encierran antiguos ritos relacionados con actividades agrícolas y ganaderas. Este es el caso de la Malkildantza de Vera en la que los movimientos de los bailarines reproducen las labores de escarda.

El 16 de agosto de 1841 entró en vigor la Ley de modificación de fueros, convirtiéndose Navarra en provincia, aunque se le reconocen los privilegios fiscales. Con la modificación de los Fueros, se crean en muchos municipios navarros las Plazas de los Fueros.

En la misma plaza de Vera encontramos el busto de Fermín Legia,

militar nacido en el caserío Urrola de Bera, en 1787.

Me diréis que porque he escrito sobre esta bella localidad navarra, pues además de estar en un paraje maravilloso lleno de naturaleza viva, es cuna de unos de los escritores mas ilustres de nuestra tierra.

Está situada en unos de los parajes mas increíbles del Pirineo navarro, donde vive actualmente mi querida sobrina María, en una comunidad de monjas de la orden de El Verbo Encarnado.

Un grupo de mujeres que se pasan todo el día haciendo el bien, llenas de alegría y buen humor. Aprovechando todas estas delicias que encierran estos lugares aprovecho para hacer una visita a mi santa sobrina y a sus alrededores, para deleitarme de ríos y bosques, de dormir con tranquilidad y de degustar esos estupendos platos del buen cocinar de estos lugares.

Animaros, coged la mochila y poneros en camino

Un saludo amigos,


Patxi Amescua

Productor de TV

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