SEGOBRIGA
El Parque Arqueológico de Segóbriga está constituido en torno a la ciudad romana de Segóbriga, situado en el término municipal de Saelices, en el extremo Suroccidental de la provincia de Cuenca, a unos 4 kms. de este núcleo de población, en dirección Sur. Este enclave sería inicialmente un castro celtibérico. Tras su conquista romana, a inicios del siglo II a. C. se convirtió en una ciudad romana, que tras las Guerras de Sertorio hacia el 70 a. C., pasó a controlar un amplio territorio como capital de toda esta parte de la Meseta. El escritor y naturalista romano Plinio el Viejo la denominó “caput Celtiberiae” o inicio de la Celtiberia.
En tiempos de Augusto, poco antes del cambio de Era, dejo de una ciudad, que pagaba tributo a Roma, y se convirtió en municipium o población de ciudadanos romanos. Fue entonces cuando se produjo su auge económico como cruce de comunicaciones y centro minero de lapis specularis o yeso traslúcido utilizado para cerrar ventanas. Aprovechando este auge se inicia hacia el 80 a. C. un programa de construcciones monumentales que le confieren el aspecto como nos la encontramos en la actualidad.
Su situación estratégica, entre Cartago Nova y su conexión con Toletum Segontia, la riqueza de su suelo, minera y agrícola, fueron las causas de sus gran esplendor y su monumentalidad.
Segóbriga llegó a albergar un teatro, anfiteatro, utilizado para las grandes fiestas, termas públicas, templos, destinados al culto imperial, mercados…hasta convertirse en punto de referencia de la Meseta como vida urbana al estilo romano. Actualmente, son visitables el acueducto, las necrópolis, la ciudad, el teatro, la muralla y puerta principal, el criptopórtico del foro, las termas del teatro, la basílica, el foro, el aula basilical, las termas monumentales, la acrópolis, la casa del procurador minero, el anfiteatro, el circo y la basílica visigoda.
En época visigoda, a partir del siglo V, era todavía una ciudad importante, con obispos que acudían a los concilios de Toledo entre los años 589 y el 693 d. C. De estos años data una gran basílica y la extensa necrópolis que la circunda.
La decadencia de la ciudad comenzó en época islámica, si bien aún en esta época se construyó una fortificación árabe en la cumbre del cerro sobre el que se sitúa la ciudad.
Tras la Reconquista, la población se desplazó al actual pueblo de Saelices y el lugar pasó a denominarse Cabeza del Griego, quedando reducido a una pequeña población rural dependiente de la Villa de Uclés.
A mi querida hermana Charo, para que disfrute de una gran ciudad de la antigüedad y que se empape de la gloria que tuvo en tiempos pasados.