Un día en la vida de un monje en un monasterio medieval, del s. X

El día de los monjes comenzaba a medianoche. Casi todos dormían en un dormitorio que era grande, una sala con techumbre de madera y unos biombos también de madera separaban la cama de uno y otro monje. Había dos hileras de ventanas muy metidas en el muro formando pequeñas alcobas en las que los monjes podían leer.

Las camas eran un armazón de madera sobre el que se colocaba un jergón. Los monjes debían dormir vestidos y ceñidos no fuera que al meterse en la cama se dejaran la ropa, porque debían estar libres a la hora de maitines que tenían lugar a medianoche. Cerca del dormitorio estaban lo que se llamaba las” traseras” o letrinas. Las construcciones del monasterio ponían especial atención en la higiene, tanto que era frecuente que en los monasterios estuvieran las letrinas junto a un arroyo.

Las cocinas estaban en lo más alto y el arroyo corría por un vado bastante pendiente. Al final el agua potable acabó atrayéndose de pequeñas colinas cercanas donde había agua.

La trasera de la catedral estaba situada de tal manera que se proyectaba hacia el oeste, por el lado del dormitorio que daba al río y por debajo de ella el agua fluía por un canal hecho de piedra.

Horario de verano

Medianoche, maitines en la Iglesia a una hora muy temprana y vuelta a la cama. Seis de la mañana, hora de prima, en la Iglesia, una media hora.

Desayuno, trabajo o lectura.

Nueve de la mañana: Misa Capitular en la Iglesia

Diez de la mañana: Cabildo en la Sala Capitular

Once la mañana: Misa Mayor en la Iglesia.

Doce del mediodía: Comida. Siesta

Dos de la tarde; nona en la Iglesia. Trabajo.

Cuatro de la Tarde: Vísperas en la Iglesia, media hora. Trabajo.

Ocho de la tarde: Cena. Siete de la tarde;

Completas, oración de la noche en la Iglesia. Media hora

Nota: En invierno los maitines eran unas horas más tarde, por lo que se hacían algunos ajustes en horario

Una vez en el coro ,en la parte de la Iglesia más cercana al altar se daba la señal para comenzar el largo servicio, compuesto por himnos , salmos y lecturas. Si algún monje llegaba tarde para unirse a la procesión, entonces debía entrar sólo en la Iglesia y tenderse boca abajo en el suelo en medio del coro, esto se hacía como manifestación de disculpa por su retraso y debía permanecer en esta posición hasta que un superior hacía una señal, un golpe en la banqueta para indicarle que podía irse a su sitio.

Una vez terminado el servicio, los monjes se retiraban para ir a dormir, era la hora prima en la que se cantaban salmos

Después de la hora de prima, los monjes debían lavarse en un conducto del claustro.

El Cabildo, hacia las 9 de la mañana sonaban las campanas, era hora de la Misa Capitular. En esta reunión se leían capítulos de la regla .Tal reunión tenia lugar en la Sala Capitular una gran habitación o sala. Con el objetivo de estar al día de lo que acontecía en el Monasterio y mantener el orden en el mismo.

Sala Capitular monasterio de Poblet

La Misa Mayor se celebraba en el Altar Mayor,-esta Misa tenia una solemnidad, asistía la ciudad con música cantada por los monjes y los niños de la escuela de canto. Había un tiempo normalmente para rogar por los familiares fallecidos.

Una vez pasaban los encargados de servir la comida éstos comían.

Durante la comida de la Comunidad en el refectorio ,un monje subía a un estrado o púlpito. Leía en alta voz: la Biblia o las vidas de los Santos.

La comida era una sopa de una sola clase y con frecuencia de verduras. La carne y el pescado no se tomaban más que en situaciones especiales.

Si durante la comida se le caía la sopa, sin que nadie se lo dijera iba a la altura del Prior y se echaba boca abajo, hasta que el superior mediante una señal, indicara que el tiempo de penitencia había pasado.

Real Monasterio de Nuestra Señora de Rueda, refectorio 

Para beber se tomaba cerveza de cereales. Al terminar la comida: himno de gracias . Pero no todos comían en el refectorio, los viejos y los enfermos comían en la enfermería, también era entonces cuando, comían los que durante la comida en el refectorio habían servido las mesas. Hasta el s. XV era corriente que muchos monjes comieran en una habitación llamada “pajar” donde podían disfrutar de la conversación de sus amigos, así como en el jardín.

Después de la comida había un tiempo de descanso que era superior en el verano.

El Prior era el superior del monasterio y él era quien decidía que tenían que hacer los demás, si bien contaba con un grupo de monjes experimentados. Estaba después el Sub-prior que cumplidas las funciones del Prior en ausencia delegaba en aquel. En 1416 había en este monasterio un total de 69 monjes, y cada uno de estos tenían funciones y 30 tenían responsabilidades oficiales y especiales.

El tesorero tomaba a su cargo el dinero para suministrarse

El bodeguero estaba cargo de las vituallas y comida

El campero u hostelero hacia de agente de fincas y estaba encargado de los huéspedes

El chambelán era el encargado de la ropa de los monjes.

El refectolero a cargo del refectorio

El racionero proporciona a los monjes lo que necesiten

El Jefe de enfermería cuida de la salud de los enfermos

El limosnero a cargo de las obras de caridad.

En definitiva, en la vida de un monje se unían los rezos, el estudio los libros y el trabajo.

Si la oración era el elemento más importante en la vida de un monje y los oficios religiosos, el estudio y la lectura de los libros santos o lectio divina, eran necesarios para alimentar las de los rezos.

Entre los escritos estaban: San Jerónimo, San Agustín, San Gregorio y San Ambrosio. A finales del s.XII había en el monasterio 436 volúmenes, además de las obras de Homero y Platón, algunos clásicos latinos y libros de medicina.

Los libros se guardaban en armarios que corrían paralelos a lo largo de la pared más larga y cada libro tenía una marca.

Los libros estaban ordenados por temas: la Biblia y los Padres de la Iglesia. Textos de Teología. Historias y vidas de santos, derecho canónico, civil, obras del griego: Aristóteles

Cada domingo a las doce del mediodía las campanas tocaban durante 45 minutos. Después de la una, hasta las tres un monje predicaba desde el púlpito.

La vida diaria del monje Benito de la Orden Benedictina

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Patxi Amescua

Productor de TV

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