Briñas la puerta de La Rioja
Hoy nos toca ir de excursión, ya tocaba salir y despejarse un poco y tomar el aire y deleitar los sentidos, ver y oler los campos y los ríos y los pueblos y hablar con sus gentes, ya nos tocaba y nos lo merecemos, eso si, sin bajar la guardia.
Nos acercamos hasta Briñas la puerta de La Rioja y pasamos un día en este coqueto pueblo riojano cercano a Haro, a 4 kilómetros y colindante con la Rioja Alavesa, entre la Sierra del Toloño y el río Ebro.
Descubriremos algunos secretos de su historia, recorreremos sus paisajes y probaremos los vinos y la gastronomía riojana. Además aprovechamos para visitar a Jesús, el responsable del alojamiento rural Casa de Legarda de Briñas.
Desde la más remota antigüedad Briñas ha sido habitada por el hombre al encontrarse a orillas del río Ebro y a menos de 2 Km. del paso natural de las Conchas de Haro, donde el Ebro corta la cadena montañosa de la Sierra del Toloño que se prolonga desde los Pirineos (punto geográfico ya descrito por Ptolomeo en el siglo II), dando lugar a un paso en llano, que comunica el País Vasco con La Rioja, a cuyos pies se encuentra una ermita del siglo V.
El antiguo pueblo de Dondón o Dondone y Briñas se situaba la mansión romana de Deobriga, mansión que se encontraba a orillas del Ebro en el Itinerario Antonino de Astorica a Burdigalam (Astorga a Burdeos) por donde debieron llegar las primeras semillas que dieron lugar a las primeras vides riojanas; también fue un camino de transmisión de ideas, y fue el cristianismo vehículo del camino, que asentaron en Briñas sus santos patrones romanos: San Cornelio (Papa del siglo III ) y San Cipriano (Obispo de Cartago del siglo III); defensores de la tolerancia ecuménica.
San Cornelio, Papa y San Cipriano, Obispo
Debido a la violencia de la persecución de Decio, la sede pontifical de Roma estuvo vacante por más de doce meses después del martirio del Papa San Fabián, hasta que el sacerdote Cornelio fue elegido Papa. Sin embargo, los primeros problemas del nuevo Papa surgieron no tanto del poder secular como de las disensiones internas, a pesar de que éstas se derivaban de la misma persecución.
La persecución contra los cristianos se intensificó de nuevo, y el Papa fue desterrado a Centumcellae. San Cipriano, Obispo de Cartago y que tenía una profunda amistad con el Papa, le escribió una carta congratulatoria por haber podido gozar de la felicidad de sufrir por Cristo y por la gloria de su Iglesia, ya que ni uno sólo de sus cristianos había renegado de su fe. El santo Papa sufrió muchas penurias, fatigas y sufrimientos en su destierro para luego ser decapitado. La amistad de San Cipriano fue el gran apoyo del Papa San Cornelio como Supremo Pontífice y como defensor de la Iglesia contra el rigorismo de Novaciano, y la estrecha asociación entre ambos se ha reconocido, desde entonces, como muy valiosa.
San Cipriano por su parte, desempeñó un papel importante en la historia de la Iglesia y en el desarrollo del pensamiento cristiano en África. Convertido al cristianismo en edad adulta, el santo dedicó todos sus esfuerzos a mantener viva la fe de la Iglesia tras ser decretado la violenta persecución en aquella ciudad.
Fue desterrado a Curubis por varios años, hasta que el pre-cónsul Máximo ordenó su regreso para compadecer ante él y obligarlo a desistir de su fe. El Obispo se mantuvo firme por lo que fue decapitado.
Puente de Briñas
Comenzamos la jornada en la parte baja del pueblo, paseando por la ribera del río Ebro hasta el Puente de Briñas, una impresionante construcción de estilo gótico realizada con piedra de sillería.
Dispone de siete ojos de arcos apuntados y de medio punto con seis machones con forma de proa aguas arriba y rectos aguas abajo. Al cruzarlo disfrutamos de una fantástica panorámica del río y de los campos con sus colores.
Nos dirigimos a la Casa Rural Casa de Legarda, en la calle Real nº 17. Allí nos esperaba Jesús, el responsable de este alojamiento rural que ocupaba una casona riojana del siglo XVII, totalmente reformada y acondicionada en 2005.
Tendremos la ocasión de participar en una excursión organizada por Jesús, responsable de Casa de Legarda. Durante la misma descubrimos la ruta desde Haro hasta Piedra Redonda, donde parece ser que existió en la antigüedad un Santuario Celtíbero, donde se ofrecían sacrificios de animales a los dioses.
Desde allí tomamos el camino de la izquierda y nos dirigimos hacia el enclave del Santuario Celtíbero jarrero de Piedra Redonda, situado en el Meandro Tondón, que daba nombre a los viñedos y al famoso vino Viña Tondonia.
Finalmente llegamos hasta el Santuario Celtíbero jarrero, que emergía como una pequeña isla en el Meandro Tondón.
Últimamente han aparecido noticias sobre la antigüedad de este lugar, se sospecha de un Santuario Celtíbero en «Piedra Redonda» en el meandro de Tondonia, donde estuvieron los pueblos de Dondon-Tondon,y enfrente de este meandro en el yacimiento de Torrentejo en el término de Labastida (Álava) ha aparecido cerámica calco lítica de 4000 años de antigüedad. Este lugar, se encuentra a la vista el Monte Toloño (Tulonio), y el Monte Bilibio (Baelibio), considerados en la antigüedad montes sagrados, y como consecuencia dioses; ya que aparecieron en 1799 una lápida romana al dios Tulonio en Alegría de Álava, y otra 1988 al dios Baelibio en Angostina de Álava.
Cuando regresamos a Briñas paseamos por las calles del centro, entre edificios de piedra con sus fachadas que lucían grandes blasones.
Durante el paseo nos dejamos llevar entre calles y disfrutamos del silencio de este pueblo, imaginándonos la grandeza de su pasado.
En 1047 la villa junto con Dondon (hoy Carabriñas), es cedida al monasterio de Leyre por Sancho Fortúnez, tras haberla recibido este de García de Navarra después de luchar en Tafalla contra el rey Ramiro I de Aragón, hasta la Edad Media la unión Dondon-Briñas se mantuvo.
El 3 de julio de 1072 aparece nombrada la villa cuando los reyes navarros Sancho de Peñalén y su esposa Placencia, otorgan la villa de Tondón al monasterio de Leire.
En la llamada Carta de Dondon del cartulario de Leire de 1085, aparece Briñas nombrado como Brinias y Bringas.
«…que villa est sita iusta flumen Hiberim prope villa que dicitur Bringas Santi Salvatori Leionrensis monasterii. Et in ipsa eadem villa Brinias dono similiter quanturum camparavi in terris et vineis de christianis et iudeis.
Briñas dependió de Haro hasta el siglo XVII, años en los que creció en población y se constituyó como núcleo independiente. El hecho fue el siguiente: Haro, la Judería de Tondon y Briñas formaba un núcleo de población interrumpida que se quebró al expulsar a los judíos en 1492, despoblando el meandro, que se convirtió en tierras de labranza, con los dineros sacados y las expropiaciones realizadas a los judíos se construyó la Iglesia de Santo Tomás en los primeros años del siglo XVI. Haro ganó una bella iglesia, pero perdió un pueblo. Los habitantes de Briñas al estar separados de Haro por el despoblado de Tondón-Dondon decidieron escindirse como barrio de Haro; hubo un fuerte pleito ante la negativa de Haro, pero el 21 de septiembre de 1632, el Rey Felipe IV concedió dicha escisión y autorizó a que Briñas formará Concejo propio.
En 1790 Briñas fue uno de los municipios fundadores de la Real Sociedad Económica de La Rioja, la cual era una de las sociedades de amigos del país creadas en el siglo XVIII conforme a los ideales de la ilustración.
Se inscribió como Haro en el señorío de los duques de Frías hasta la supresión de los señoríos en 1811.
En marzo de 1834, en el puente sobre el Ebro denominado puente de Briñas, hubo enfrentamientos entre carlistas y liberales, donde todavía hoy se conserva un monumento en recuerdo a las víctimas.
Edificios y monumentos Iglesia de la Asunción
Fue trazada a finales del siglo XVI, pero construida a lo largo del XVII y XVIII, por lo que su construcción actual es fundamentalmente barroca.
Está situada entre la plaza de la Iglesia y la plaza de la Constitución.
Para acceder a la iglesia había que subir por una escalinata que finalizaba en una plaza protegida por unos muros bajos de piedra. En la parte superior de los muretes se apreciaban los surcos horadados para colocarlos mosquetes durante las guerras carlistas.
En los sótanos de la Iglesia se ubicaban varias bodegas y en los alrededores del templo se emplazó en la antigüedad el cementerio de la localidad. A lo largo de la historia, Briñas ha sido un paso obligado para las diferentes civilizaciones que han surcado la comarca y se cree que albergó la mansión romana de Deóbriga.
Humilladero
El humilladero, construido a mediados del siglo XVII, está cubierto por una bóveda de medio cañón. En su interior se venera un Cristo.
Situado en la salida a Labastida.
Crucero
Está datado en el año 1569 y se sitúa cerca del Humilladero. Está muy erosionado por la intemperie y ya apenas se distingue el capitel en el que aparecía la Inmaculada Concepción y una inscripción.
Ruinas de la Ermita de San Marcelo
Al final de la calle San Marcelo se encuentran algunos restos de lo que fue una ermita.
Terminada la excursión nos dirigimos a Casa Legarda a descansar un poco y a que Jesús nos siga contando historias interesantes de este lugar.
Una vez que nos enseñó las coquetas habitaciones pasamos al comedor y tomamos un café. Además probamos el patxarán casero Sangre del Santuario, elaborado por él mismo, con las endrinas recogidas en los aledaños de Piedra Redonda.
Embarcadero del Ebro
Después de un agradable descanso nos dirigimos hacia la parte baja del pueblo, donde había un pequeño embarcadero junto al río Ebro.
Además en el embarcadero se podían alquilar piraguas para surcar las mansas aguas del río, que separaban Briñas de la localidad de Haro, de la que formó parte como un barrio más hasta el año 1632, cuando adquirió rango de pueblo.
Desde aquí, también se observaba el nido de una cigüeña blanca asentada en la torre de la iglesia.
Además desde el embarcadero, tomando el camino de la derecha, se llegaba hasta el Puente de Briñas, antes mencionado.
Fuente de Briñas
Junto al embarcadero había una curiosa fuente, cuyas aguas nacían por debajo del nivel del Ebro. Por este motivo tuvimos que descender unos veinte escalones de piedra para acceder a la fuente, que estaba encajonada entre unos muros de piedra. Sobre los dos caños de agua había un pasadizo abovedado, construido sobre el siglo XII.
El agua de la fuente se encauzaba a través de un desagüe construido en la antigüedad que desembocaba en el río.
Mirador del Rollo o Mirador del Ebro
Después subimos por las calles empinadas en dirección del Mirador del Rollo, ubicado en el cerro del antiguo barrio de las bodegas, en la parte alta de Briñas.
Desde allí se disfrutaba de unas vistas privilegiadas de la parte baja del pueblo, del río Ebro y de la Sierra del Toloño.
Además, en la otra orilla se podía distinguir el Santuario Celtíbero de Piedra Redonda, entre las grandes extensiones de viñedos de todos los colores.
El Mirador del Rollo era un sitio muy acogedor, con unas vistas espectaculares de Briñas.
Sobre el suelo del montículo había varias chimeneas construidas con piedra de sillería, que servían de respiraderos para las antiguas bodegas o calados que se construían bajo tierra.
Con las luces encendidas de las farolas del pueblo finalizamos esta jornada en Briñas y con ganas de llenar un poco el estómago y de relajarnos de ver y de sentir tanta historia.
Antes de meteros en un restaurante informaros cual es donde mejor se come, porque hay diferentes opiniones.
UNA CASA CON HISTORIA
Una casa de 1634 restaurada, en la década que se construyó el Palacio del Retiro en Madrid; en el corazón del vino de Rioja, en Briñas, a 500 m. de la intersección de las carreteras nacionales de la Rioja Alta y la Rioja Alavesa, a menos de 3 km. del Barrio La Estación de Bodegas de Haro, en la misma orilla del Ebro, donde podrás tocarlo con la mano.
La actual Casa de Legarda, es parte de una gran casa, que la formaba con las casas contiguas. Este espacio era ocupado por una Bodega, como se puede comprobar en las paredes de parte del salón y su aseo, abajo en el comedor hay una fuente de vino, que aquí en La Rioja se llama «torco»; la entrada principal que es un portalón barroco se encuentra a su izquierda, después, estaba la casa del granero, y la casa del corral donde se encuentra el inscripción original de 1634.
Bodegas de Rioja en Briñas
Bodegas Hermanos Bezares Angulo
Bodegas Herencia Yacente Eduardo Carlos Domínguez
Bodegas María Teresa Eguíluz Martínez
Saliendo de Briñas y a unos 4,8 kilómetros, unos 7 minutos aproximadamente, nos encontramos con la ciudad de Haro.
Conocida internacionalmente por sus vinos, la ciudad de Haro tiene muchos atractivos turísticos y culturales que le hacen ser uno de los destinos preferidos para muchos en sus fines de semana.
Es una mezcla de cultura, paisaje y gastronomía lo que hace de la visita a esta ciudad una experiencia inolvidable.
Y aquí llegamos a la primera etapa de lo que vamos a recorrer para conocer esta Comunidad llena de historias y leyendas, de buena comida y de buenos vinos.