MONASTERIO DE SANTA MARIA DE IGUACEL

Iglesia de Sta. Maria de Iguacel. Larrosa (Huesca). | Aragón ...

Hola amigos, otra vez en marcha por esos caminos de historia y leyendas que envuelven misterios y al que a todos de alguna manera nos gusta descubrir.

Nos dirigimos a las montañas del Pirineo aragonés y nos adentramos en sus valles y en sus bosques.

A Santa María de Iguácel, situada en el fondo del hoy deshabitado valle de la Garcipollera, se accede por la carretera de Jaca a Canfranc desviándose a la derecha nada más entrar en el pueblo de Castiello de Jaca. Tras pasar un puente sobre el río Aragón una pista forestal en aceptables condiciones nos introduce a través del valle (mejor con todo terreno) hasta su cabecera, donde se halla la iglesia. Un par de veces se cruza el río Ijuez sobre inquietantes y gruesas represas de cemento. En los últimos años se ha trazado un paso alternativo que cada riada anual se encarga de desbaratar.

El lugar es mágico. La pradera verde en la que asienta el templo, el pinar, los montes, el río… Con la imagen inferior quiero transmitir una vista inusual del monasterio. Lo importante es el árbol con todo lo que significa de puente entre lo telúrico y lo celestial. Nexo de unión entre tierra y cielo. Árbol y agua. Doble teofanía que reviste de magia el lugar. Antes que monasterio hubo árbol y quizá -como opinan algunos- un lugar de fuerte energía. No es casual el emplazamiento de los monasterios en parajes tan bellos en los que sin saber por qué, es frecuente que contemplándolos te recorra un escalofrío por más que nuestra inteligencia trate de desterrar ideas esotéricas.

Su origen se remonta a los años 1040 o 1050 en que comienza su construcción por orden del conde Galindo, un importante señor aragonés de entonces. Después de su muerte, y heredada por su hijo el conde Sancho Galíndez, ​ la iglesia fue remodelada al gusto de su nuevo dueño, muy cercano al de la catedral de Jaca, como se aprecia en la inscripción que se encuentra en la parte superior de la portada. Se data el final de las obras en 1072, año en el que se acabaron las obras de remodelación que se hicieron siguiendo los gustos de la corte jaquesa, sustituyendo la puerta oeste por un pórtico jaqués con tejaroz sostenido por canecillos y una importante inscripción bajo ellos que data la iglesia y a sus autores. Con pinturas góticas en las que se representan figuras de santos, la vida de la virgen y el calvario de Cristo. Las primeras noticias del templo se encuentran en un escrito de 1068.

En 1080, el conde Sancho Galíndez y su esposa donaron la iglesia al monasterio de San Juan de la Peña. ​ Más tarde se instaló una pequeña comunidad de monjas cisterciense que permaneció hasta 1212, cuando se trasladaron a Cambrón donde los inviernos no eran tan duros, y al final la comunidad se trasladó al monasterio Cisterciense de Santa Lucía de Zaragoza.

Comenzó a construirse entre los años 1040 y 1050  por orden del Señor Galindo y fue financiada por Doña Urraca y el Conde Sancho, ayo del rey Sancho Ramírez.

Lugar de peregrinación y monasterio benedictino, fue construido en varias fases, y es una de las primeras iglesias de Aragón con cabecera semicircular.

Se trata de un sobrio edificio de sillarejo, de nave única cubierta con techumbre de madera, un ábside semicircular con bóveda de horno precedido por un pequeño presbiterio con bóveda de cañón.La decoración ofrece evidentes relaciones con la obra de la catedral de Jaca, lo que induce a pensar que el responsable de la misma fuera alguno de los maestros empleados en el templo jaqués.

En el interior se conservan restos de un interesante conjunto pictórico en el ábside de estilo gótico internacional.  La pintura se divide en varios registros: en el primero aparecen representados doce santos, la Virgen y su vida en el registro central y el Calvario en el superior; podría haberse realizado en el segundo cuarto del siglo XV.

Santa María de Iguacel - Paso a paso, palmo a palmo

En el Museo Diocesano de Jaca podremos ver la talla románica de la Virgen de Iguácel, con características comunes con las de Agüero y Ayerbe, y la reja original que cerraba el ábside de finales del siglo XI y principios del XII, una de las más antiguas de la Península.

 Rejas Santa María de Iguácel
Detalle de uno de los capiteles originales de la iglesia.

Iguácel significa “la felicidad del cielo”, tras la “transformación” de su primer nombre Iuozar en Iguácel. Se mantiene la misma idea, la presencia de La Madre (el sol que ilumina, que da felicidad) y el cielo (lugar de contemplación, de gloria) pero se expresa con nuevas palabras: hay transformación morfológica, que no semántica.

Antes que monasterio hubo árbol, y quizá, como opinan muchos, un centro de fuerte energía. No es casual el emplazamiento de los monasterios en lugares tan bellos y en los que sin saber por qué, es frecuente que contemplándolos te recorra un escalofrío, por más que nuestra inteligencia trate de desterrar ideas esotéricas.

En 1203 Pedro II de Aragón adquirió el priorato de Iguácel a San Juan de la Peña para cederlo a la abadía de Morimond (Alto Marne), que trasladó aquí una comunidad de monjas cistercienses. Debido al rigor del clima, en 1213 las monjas se trasladaron al monasterio de Cambrón, dependiente de Veruela. La iglesia quedó como propiedad de San Juan de la Peña.

Espero que os haya gustado esta excursión y que os haya entrado el gusanillo de averiguar más sobre la historia de estos legendarios lugares.

Un abrazo para todos,

Mi agradecimiento a HUESCA LA MAGIA y a TURISMO DE ARAGÓN, por la información detallada de sus páginas.


Patxi Amescua

Productor de TV

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