Drake: el documento perdido donde los españoles pedían vengarse del pirata inglés

El Drakez | Francis Drake, España, Inglaterra, Panamá, Buenos Aires, Río de  la Plata
Francis Drake

Cuando el famoso corsario llegó a La Coruña en 1585 y destrozaron imágenes religiosas, maltrataron a los clérigos y capturaron numerosos rehenes y barcos españoles, el odio de los españoles hacia la Reina Isabel I creció.

José Soriano Fort. “Heroica defensa de la Coruña por el Ma… | Flickr

El Marques de Cerralbo, el desconocido héroe que venció al pirata Drake en A Coruña

La historia de Juan Pacheco y Osorio, Gobernador y Capitán General de Galicia, que derrotó a los ingleses junto con María Pita e Inés de Ben.

La antipatía que España sentía por Isabel I aumentó notablemente en 1585, cuando llegó a la corte de Felipe II la noticia de que el temido Francis Drake y su flota habían desembarcado en Galicia. El objetivo del pirata inglés era sembrar el pánico y robar todo lo que pudiera a los locales con el beneplácito de la Reina de Inglaterra, tal y como había estado haciendo desde que, con tan solo 13 años, se lanzó al mar junto a su primo segundo John Hawkins.

Isabel I de Inglaterra

Desde ese momento aprendió el dudoso y rentable arte de atacar los puertos españoles aprovechando las deficientes defensas y el lucrativo negocio del contrabando de esclavos. El corsario más famoso del siglo XVI acabó mandando su propia compañía y continuó enriqueciéndose con los saqueos que realizaba al entonces Imperio de Felipe II. La Reina Isabel estaba tan contenta con los resultados y el dinero recaudado que, el 4 de abril de 1581, se subió en persona al buque insignia de Drake y le nombró caballero. Así legitimó aún más sus acciones y le convirtió en un marino respetable con asiento en el Parlamento.

Cuando llegó a La Coruña en 1985, sin embargo, el corsario y sus hombres no mostraron la más mínima diplomacia. Destrozaron imágenes religiosas, maltrataron a los clérigos de la ciudad y capturaron numerosos rehenes y barcos españoles. Un mes después llegó a Madrid un ministro principal del Rey que lamentó «profundamente que la Reina de Inglaterra haga la guerra de forma tan descarada y deshonesta sin que nosotros podamos vengarnos». Las incursiones de Drake continuaron en Canarias, en las islas de Cabo Verde y, por último, en el Caribe, donde saqueó Santo Domingo, Cartagena de Indias y San Agustín en La Florida.

Todos estos ataques son de sobra conocidos, pero lo que no supimos hasta muchos siglos después fue el tremendo impacto que tuvieron en la opinión pública y en la propio Monarquía. Este hecho fue revelado por un documento incluido en la Colección Altamira de la Hispanic Society of América de Nueva York que se descubrió en 2013. Según el texto, fechado en julio de 1586, a Felipe II le llegaron al palacio de El Escorial los rumores sobre el miedo y la indefensión que parecía estar mostrando España con respecto a las continuas incursiones del pirata.

En el documento hallado en la Hispanic Society de Nueva York, aparecen dos caligrafías: una del conde de Barajas y otra del secretario de Felipe II
En el documento hallado en la Hispanic Society de Nueva York, aparecen dos caligrafías: una del conde de Barajas y otra del secretario de Felipe II – 

«En Madrid se habla muy sueltamente sobre los daños que ha hecho el inglés Francisco Draque. Con palabras muy descompuestas y desordenadas, se da a entender que no se ha puesto el remedio que se debería, lo que hace sospechar que ha puesto de mal ánimo a los vasallos, [por el hecho de] no mirar con la gran prudencia y consideración con que su Majestad suele atender y prevenir [que estos ataques ocurran] al proveer a sus súbditos de todo lo necesario».

El conde de Barajas, presidente del Consejo de Castilla, recibió órdenes de investigar. Su respuesta fue extraordinariamente franca: «Aunque en todas partes hay personas malas y de intenciones inquietantes, [los críticos] desean ver lo que Su Majestad provee en secreto para que las cosas en estos reinos vayan bien, y que vaya cundiendo en esta materia que es tan importante y que se ve públicamente que depende de Inglaterra y del inglés Francisco Draque».

Estas palabras constituyen, la primera referencia clara de una manifestación del sentir popular en la España de los Austrias. «Se trata de un debate abierto entre los vasallos comunes, concernidos por lo que el Gobierno estaba haciendo, y dejando de hacer, en una materia tan extraordinaria y pública como eran los ataques del pirata inglés».

El implacable Francis Drake se convirtió en una especie de fantasma en el imaginario popular, como quedó demostrado en la madrugada del 3 al 4 de mayo de 1589. El pirata contaba entonces con una flota de 150 buques –algunas fuentes hablan de 200– y más de 23.000 ingleses, que hizo su aparición una vez más en las costas de La Coruña. Presa del nerviosismo, Felipe II llegó a pensar que había perdido el favor de Dios. Sin embargo, en aquel momento el arrojo y la capacidad de resistencia demostrada por los gallegos fue muy diferente.

Inicialmente atacarían Santander, donde se encontraba en reparación el grueso de la flota, pero Drake decidió poner rumbo a A Coruña, posiblemente por el rumor de que allí se custodiaba un fabuloso tesoro valorado en millones de ducados

Fue el mayor error de su vida.

El 4 de mayo de 1589 se iniciaba el ataque contra la ciudad y el puerto de A Coruña. Ataque sorpresa, murallas antiguas, pocos hombres para defenderlas… Olía a victoria. Pero el inglés no contaba con que el Gobernador y Capitán General de Galicia se encontraba tras esas viejas, decrépitas y ruinosas murallas. Su nombre: Juan Pacheco y Osorio, II Marqués de Cerralbo.

Una vez detectada la flota invasora, Cerralbo daba orden de encender la Torre de Hércules y el resto de torres de vigilancia para movilizar a todas las milicias y nobles de la zona, llegando a reunir a 1.500 personas entre soldados, milicianos, tripulaciones de algunos de los buques de la Invencible fondeados en el puerto y civiles.

El Marqués de Cerralbo responde: “Pueden iniciar el ataque cuando gusten”

A pesar de que el Marqués logra retener el asedio con la artillería y con apenas 300 hombres, poco a poco los ingleses van ganando terreno y parecía cuestión de tiempo la rendición española. Se hacen con la zona conocida como “La Pescadería” o Peixaría, en la parte baja de la ciudad y logran centenares de bajas. Mientras, los gallegos se refugian en la zona amurallada, la “ciudadela” o Ciudad Vieja.

En esa operación mataron a 70 españoles y capturaron la artillería del Galeón San Bernardo. Dos días después, Drake exigió la rendición de los 1.500 defensores, pero estos se negaron.

La respuesta del pirata fue volar una parte de la muralla de La Coruña, lo que les dejó un paso importante al corazón de la ciudad. Los españoles todavía resistieron con ferocidad y contra todo pronóstico las embestidas de los invasores. El día 16 de mayo, cuando parecía que los gallegos iban a sucumbir, se cuenta que María Pita, una de las defensoras cuyo marido había muerto en los muros, acabó con el alférez que portaba la bandera inglesa, se la robó y, ondeándola en señal de duelo“ Quen teña honra que me siga (Quien tenga honor que me siga)” atravesando con una pica a un alférez inglés y arrebatándole la bandera. , llenó de animó el corazón de las tropas españolas, que dieron la vuelta a la contienda. La imagen de aquella mujer con su bandera debió de ser aterradora para los invasoresDesmoralizados, heridos y hartos de aquellos incansables gallegos se replegaron durante unos días a la parte baja de la ciudad para continuar saqueándola.

María Pita

Ante la resistencia de los coruñeses y la llegada continua de refuerzos desde ciudades como Santiago o Betanzos, los ingleses se retirarían definitivamente. Era el 18 de mayo de 1589. Tras 14 días de asedio, Drake daba la orden de retirada y huía con casi 2.000 muertos y tres de sus buques hundidos.

Captura por la Armada Española del “Revenge”, buque insignia de Drake. 

Nada más finalizar el asedio, Cerralbo partió hacia Baoona y Tuo para reforzar sus defensas, ya que, tras el ataque en A Coruña, Drake se situó de nuevo frente a las costas gallegas con intención de saquearlas. Por su actuación ante la Contraarmada sería recompensado con el puesto de Gobernador de los Países Bajos, un cargo que nunca llegaría a ejercer, ya que falleció justo cuando iba a embarcar rumbo a su destino. 

La derrota inglesa y de su Contraarmada fue total, llegando a sufrir entre 8.000 y 15.000 bajas durante toda su campaña, el 70% de sus integrantes. Este fracaso le valdría a Drake un Consejo de Guerra y su retirada del servicio activo durante cinco años. Moriría en Portobelo, Panamá, el 28 de Enero de 1596, dos años después de cumplir sentencia.

María Mayor Fernández de Cámara y Pita, la legendaria María Pita, fue premiada por Felipe II con el grado y el sueldo de un Alférez de los Tercios, le otorgó la licencia para exportar mulas a Portugal, que ella misma había solicitado al monarca, y fue liberada de albergar tropas en su casa. Además, se convertía en todo un símbolo de la historia de A Coruña. Moría en Cambre el 21 de febrero de 1643.

María Pita, la heroína improvisada que defendió A Coruña

Juan Pacheco y Osorio, II Marqués de Cerralbo, Gobernador y Capitán General de Galicia, fallecía el 23 de marzo de 1592 en Colliure, Francia. Bajo su mando A Coruña siguió siendo libre y nacieron algunas de las figuras más legendarias de nuestra ciudad.

Hay quien afirma que la derrota de Sir Francis Drake en A Coruña cambió el rumbo de la historia, que si hubiera vencido su ambición le llevaría a su siguiente gran presa: Las colonias españolas en América. Quizá el español es hablado en la actualidad por 600 millones de personas en todo el mundo porque Sir Francis Drake fue derrotado en 1589 en una pequeña ciudad del noroeste de España.

Inglaterra nunca volvió a atacar A Coruña.

Armadura del Marqués de Cerralbo


Patxi Amescua

Productor de TV

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