La Caligrafía
Hola amigos, de nuevo, vuelvo con una historia muy interesante y de un gran trabajo a lo largo de los tiempos, de personas con una paciencia y un valor incalculable. Nos enseñan desde tiempos perdidos, lo que fue nuestro mundo, sus gentes, sus problemas, sus religiones, el día a día. La ciencia, la química, la medicina, la filosofía, el arte de la palabra escrita, un sin fin de cosas. Hombre y mujeres que dejaron, la vida y la salud en hacer testimonio a través de los libros.
La caligrafía es el arte de escribir manualmente con letra bella y artística, poniendo especial cuidado en ello.
Escritura monumental Capitalis quadrata
(Siglos III a.C.)
Escritura monumental, basada en el alfabeto de Trajano
La inscripción del pedestal de la columna de Trajano en Roma es un texto de gran perfección y belleza.
Los romanos desarrollaron una escritura en piedra muy elaborada. Dos artesanos trabajaban en el proceso: el ordinator (calígrafo) y el cantero, que tallaba la inscripción. La escritura en piedra se ha dividido en dos tipos principales: la scriptura monumentalis, o escritura monumental, y la scriptura actuaria, o escritura de actas y documentos jurídicos.
Actuaria o Rústica
(Siglos I-VI d.C.)
La escritura actuaria llama la atención por su mancha alargada rectangular. Es una versión comprimida de la monumental, de trazo rápido, aprovechando el espacio.
Uncial
(Siglos III-VIII d.C.)
Los orígenes de nuestras minúsculas se pueden encontrar en la evolución de esta escritura, utilizada en los textos del primitivo cristianismo. Esta escritura uncial es práctica, rápida y económica en sus gestos.
Minúscula Beneventan
(Siglos VIII-XIII d.C.)
Es una escritura diferenciada de la romana que aparece en el sur de Italia, en el ducado de Benevento, siglo VIII. Su centro difusor más importante fue el monasterio de Monte Cassino. Tiene rasgos coincidentes con la visigótica.
Caligrafía Gótica Textura Quadrata
(Siglo XIII d.C.)
Una de las escrituras clásicas de la Edad Media tardía, hacia 1200, la escritura Gótica Textura Quadrata fue utilizada en libros religiosos durante 300 años. Se caracteriza por la forma «cuadrada» de la letra y el aspecto de «tejido» de las páginas.
Caligrafía Gótica Rotunda
(Siglo XIV d.C.)
La escritura Gótica Rotunda es majestuosa por su sencillez, data del siglo XIV con origen en Italia y tuvo gran aceptación en España en el siglo XV
Una de las civilizaciones más antiguas de las que tenemos evidencia de escritura fue la de los sumerios, que habitaron la fértil región de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates, y que actualmente queda dentro de las fronteras de Iraq. La primera evidencia de un sistema de escritura sumeria es una tablilla de piedra caliza de la ciudad de Kish, que data del año 3.500 a. de C. y que contiene varios pictogramas, entre ellos una cabeza, un pie y una mano. Los pictogramas son símbolos pictóricos que representan directamente un objeto particular. Gradualmente, por asociación, el símbolo puede llegar a representar una imagen menos concreta. Un símbolo empleado de esta manera se denomina ideograma.
Los sumerios utilizaban principalmente arcilla blanda como superficie para escribir, usando un punzón de madera o caña.
El desarrollo de la civilización egipcia coincidió con el de la sumeria. Aproximadamente a partir del año 3000 a de C. los egipcios utilizaron una forma de escritura pictórica conocida como jeroglíficos, que significa “escritura sagrada tallada”.
En el plazo de 200 años desarrollaron una escritura llamada hierática. Mil años después usaban también una escritura menos formal, conocida como demótica. La escritura hierática evolucionó como versión simplificada de los jeroglíficos, mientras que la demótica era una escritura cursiva y práctica.
La escritura egipcia, como la sumeria, evolucionó de los pictogramas a los ideogramas, y de éstos a los fonogramas. Hacia el año 1500 a. de C. habían establecido un alfabeto de 24 símbolos consonantes, aunque nunca prescindieron de los jeroglíficos e ideogramas; las diversas formas se escribían juntas, como para asegurar que el texto se extendiera de un modo u otro.
Una importante influencia en el desarrollo de las formas de la escritura egipcia fue el uso de pinceles de caña y tinta líquida para pintar los signos y pictogramas, en lugar de utilizar símbolos tallados. Además, escribían sobre papiro, una superficie fina y flexible, y no sobre piedra, madera o arcilla, aunque estos materiales eran alternativas más baratas y accesibles.
Egipto fue la primera civilización que contó con escribas oficiales y con un sistema de educación que exigía al copiar muestras de escritura y fragmentos literarios.
En tiempos de Ptolomeo I (325-285 a. de C.) el lenguaje oficial de la corte era el griego y Alejandría se convirtió en un centro cultural basado en métodos griegos. Se cree que el alfabeto egipcio de 24 letras influyó en el alfabeto de las tribus semitas de las tierras mediterráneas orientales. Posteriormente, estas tribus transmitieron su alfabeto a los griegos, que lo adaptaron gradualmente hasta formar la base del alfabeto empleado actualmente en el mundo occidental.
El trabajo de los copistas
En Europa y durante la Edad Media, los monjes copistas eran los encargados de mantener el legado escrito de la Antigüedad. La tarea de estos monjes era copiar los códices y manuscritos, convirtiéndose esta en su función principal.
Con este trabajo se pretendía tener copias duraderas para que se incluyeran en las bibliotecas de las abadías y conventos para así poder usarlas durante siglos. Los monasterios poseían una sala dedicada para esta labor de copia llamada scriptorium. A esta sala solo tenían acceso los monjes copistas, así como el abad y el bibliotecario.
Los monjes deberían dedicar varias horas a este trabajo de escritura. La caligrafía debía ser excelente, pero sin innovaciones, ya que todos tenían que seguir unas reglas de trabajo muy exigentes. Generalmente, la labor de editor, de selección de los libros que se debían copiar, correspondía al abad, que conocía los recursos disponibles y las necesidades más inmediatas. Para este trabajo contaba con el asesoramiento de los copistas. Había que ser muy cuidadoso con la selección de lo que se iba a copiar o traducir para evitar cualquier tipo de desviación y herejía.
A comienzos de la Edad Media, ya se había impuesto el formato de códice para los libros, y el pergamino era el soporte durante casi todo el periodo. Aunque el papel se conocía en Oriente, a Occidente solo llegó con la penetración de los árabes, que habían perfeccionado el proceso de elaboración. La tinta negra que utilizaban para la escritura se podía elaborar de dos maneras: a base de hollín, agua y goma arábiga, o a base de un compuesto de sulfato de hierro y agallas de roble. Las tintas de colores se usaban en rúbricas y decoraciones, y se obtenían de diversos minerales.
La caligrafía perdió su función principal como forma de copiar documentos a raíz del invento de la imprenta, pero en cambio, se ha convertido en algo mucho más artístico que hoy en día va ganando muchos más adeptos y llenado talleres.
Los monjes se convirtieron en los principales bibliotecarios de occidente.
A pesar de todo, las reglas monásticas exigen el ejercicio de la lectura, y eso bastó para poner en marcha una extraordinaria cadena de consecuencias. La lectura no era simplemente algo opcional o deseable o recomendable: la lectura era obligatoria. Y la lectura requería libros. Los libros que se abrían una y otra vez acababan deteriorándose, por mucho cuidado que se pusiera a la hora de manejarlos. Así pues, casi sin que nadie se diera cuenta, las reglas monásticas hicieron que los monjes se vieran obligados a conseguir una y otra vez libros. A lo largo de las violentas guerras góticas de mediados del siglo VI y durante el periodo todavía más funesto que vino después, los últimos talleres comerciales de producción de libros quebraron, y las huellas del mercado de textos escritos desaparecieron. De ese modo, y otra vez sin que casi nadie se diera cuenta, las reglas monásticas hicieron que los monjes se vieran obligados a preservar y a copiar minuciosamente los libros que ya poseen. Pero hacía mucho tiempo que había desaparecido todo el contacto con los fabricantes de papiros de Egipto y, por otro lado, a falta de un tráfico comercial de libros, la industria de la transformación de pieles de animales en superficies aptas para la escritura había caído en desuso. Por consiguiente, y de nuevo casi sin que nadie se diera cuenta, las reglas monásticas hicieron que los monjes se vieran obligados a aprender el laborioso arte de la fabricación de pergaminos y a salvar de la destrucción los ya existentes. Sin querer emular a las elites paganas poniendo los libros o la escritura en el centro de la sociedad, sin afirmar en ningún momento la importancia de la retorica y la gramática, sin premiar la erudición y el debate, los monjes se convirtieron en los principales lectores bibliotecarios, conservadores y productores de libros del mundo occidental comprar o conseguir una y otra vez libros.
San Millán de la Cogolla nos enseña las técnicas del ‘Scriptorium’ más importante de Europa, el del Monasterio de Suso.
Cómo era en aquellos tiempos la caligrafía, la ilustración o las letras capitulares, que los monjes del monasterio ‘escribían’ para la elaboración de manuscritos, códices y libros, todos, artesanalmente.
Gracias a estos monjes se ha preservado la cultura y textos religiosos en una época en la que bien pocos sabían leer y escribir.
El ‘scriptorium’ más importante de Europa, el del Monasterio de Suso, donde se escribieron las primeras frases en lengua castellana y euskera.
San Millán te engancha, tiene algo que te atrapa, es un lugar que tiene una energía especial, una riqueza cultural espectacular y que la gente cuando viene y se lo muestras, se emociona, realmente se sorprende… y después disfruta muchísimo poniéndose en el lugar de los monjes.
Los Monasterios de Suso y Yuso son declarados desde 1997 Patrimonio de la Humanidad
Todo comenzó escribiéndose en distintos tipos de pieles de animales (la de cabras, ovejas, terneros, la vitela) hasta el siglo X que fue cuando los musulmanes trajeron el papel a España; no porque ellos lo inventasen, sino porque lo trasladan desde China. Allí el papel se inventa en el año 150 y los árabes por la ruta de Samarcanda lo traen a Europa vía la península. El primer taller fue en Xativa, en el siglo XIII y se cree que en Córdoba ya había fabricación de papel de época anterior.
El primer documento escrito en papel data del siglo XII y se encuentra en Santo Domingo de la Calzada, muy cerca de San Millán. Es el libro, en papel, más antiguo que se conserva en Europa.
Ceuta también tuvo su copia, fue un libro hecho en piel de vitela. En 1198 fue reproducido un Corán que tenía la familia Al Kati, un cristiano visigodo que se había convertido al Islam. Esa copia fue valorada entonces por 200 gramos de oro.
Plumas de aves, de ocas, de gansos fueron las más utilizadas hasta la llegada de los cálamos.
Tintas hechas con las ‘bayas’ de los robles. El color lo obtenían de pigmentos, algunos minerales.
Pieles de cabras, ovejas, terneros para escribir y tipo de letras carolina, gótica visigótica y uncial.
Espero que os haya parecido interesante.
Gracias a:
Taller de Caligrafía de Isabel Padilla
El Faro de Ceuta
Universo Abierto (Blog de la Biblioteca de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca.
Que con su valiosa documentación os he podido contar esta historia tan apasionante.