LA CATEDRAL MAS ANTIGUA DE ESPAÑA. San Martín de Mondoñedo (Lugo)

La historia de esta sede comenzó en el siglo VI cuando un grupo de cristianos llegaron huyendo de los anglosajones desde la provincia romana de Britania y se establecieron en Galicia. Fijaron su capital en Bretoña y fundaron un obispado que llegó a tener gran influencia, participando regularmente en los Concilios de Toledo. El lugar de este obispado se encontraba entre Meira y Mondoñedo, en la provincia de Lugo. Se suele identificar con la actual parroquia de Santa María de Bretoña, municipio de Pastoriza (Lugo).

Más tarde, en el año 866, el obispado de Dumio tuvo que abandonar su sede por causa de la conquista musulmana refugiándose en un lugar llamado Mendunieto, el lugar actual de la Basílica, y que con el tiempo derivaría al nombre de San Martín de Mondoñedo.​

El lugar es un antiguo monasterio visigodo, donde se trasladó la sede episcopal de Dumio (cerca de Braga) tras la conquista árabe.

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Alfonso III de Asturias, llamado el Magno y la reina Jimena de Garcés a su izquierda

Alfonso III, trasladó en el 867 también allí la sede episcopal de Bretoña (fundada en el siglo VI), tras arrasar la antigua sede varios ataques vikingos. En el año 1.112 la reina Urraca trasladó la sede del obispo a otra población, que se llamó Mondoñedo en recuerdo de esta sede, y hoy la sede del obispado está en Ferrol. La iglesia está en el municipio de Foz (Lugo), y hoy tiene la consideración de Basílica.

El actual edificio empezó a construirse en el siglo X, por el obispo Rosendo (925-948), utilizando restos del antiguo monasterio (que incluyen dos capiteles visigodos, del siglo VI, que están incorporados en la portada del siglo XII). De esta época queda uno de los muros, con una puerta (hoy cegada) con arco de medio punto peraltado, dovelado y con una chambrana hundida, más otra puerta sencilla que está en uso; y tres ventanas saeteras abocinadas en su parte superior.

San Martiño de Mondoñedo - Monasterios

De la reforma en profundidad del siglo XI es la parte central de la iglesia, con 3 naves y la central más elevada, y que incluye un cimborrio sobre tambor rectangular (poco común) y con ángulos redondeados, y los absidiolos (en una de las fotos puede verse que están decorados con ajedrezado y arcos lombardos). También de esta época son los capiteles del interior de la iglesia y el antipendio en piedra, atribuidos a un mismo autor, desconocido, llamado maestro de Mondoñedo. El antipendio es de 80 cm de alto por 140 de ancho, con bajorrelieves que incluyen a Cristo sentado dentro de un círculo a modo de mandorla, que sostienen dos ángeles con ropas talares. Debajo hay varias figuras (ángeles y eclesiásticos) en lo que parece una ceremonia de consagración episcopal, y a un lado hay un circulo menor con un cordero (agnus Dei) y una cruz.

En el siglo XII, con el obispo Gonzalo, y justo antes del traslado de la sede episcopal, se acabó de renovar la iglesia, incluyendo el ábside central, una nueva fachada con su portal, los canecillos de los muros de las naves y los frescos en los muros (recuperados en parte en la restauración del 2.008, bajo una capa de cal), que debieron cubrir todo el templo. De esa fachada es la portada que está en una de las fotos. Tiene dos pares de columnas (dos de piedra del lugar, y dos de mármol, probablemente de la antigua iglesia visigoda del monasterio) y 5 arquivoltas, de las que tres se apoyan en aristas salientes del muro y dos en la columnas, rodeadas por una chambrana decorada de palmetas. El dintel tiene forma pentagonal, ocupando parte del tímpano, y lleva grabado un crismón en su parte central. El resto del tímpano está hecho con sillares, y en la parte central está el mismo circulo con cordero y cruz del retablo, salvo que el agnus Dei mira hacia el otro lado, y el círculo tiene aquí 4 lóbulos adosados.

Junto a la iglesia hay un Museo, donde se conservan, entre otras obras, el sepulcro del obispo Gonzalo, último con sede en esa iglesia; así como su báculo y su anillo. Los contrafuertes de los ábsides son un añadido del siglo XVIII.

Al lado de la basílica está la fuente de la Zapata. La leyenda cuenta que San Gonzalo tiró en ese lugar una zapatilla  y brotó agua, con propiedades milagrosas.

Otra leyenda atribuye a los rezos del santo el fracaso de una incursión pirata en la ría de Foz.

Sepulcro del Obispo Gonzalo


Patxi Amescua

Productor de TV

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