Amezcua – Amescua – Mescua: LAS AMEZCOAS
Hola amigos os vamos a hablar un poco del apellido de mi familia, aunque considero que es una pequeña introducción, pues haré una investigación mas a fondo de los personajes y situaciones relacionadas con este nombre.
Amez (en Euskera: Ametz, ‘Roble’) Es un apellido toponímico de origen vasco.
La denominación proviene de las especies de roble Carballo y quejigo. Los apellidos compuestos con la raíz toponímica Ametz son: Amezaga, Amezola, Amezarri, Amezpetu, Amezqueta, Ameztia, Ameztoy, Amezua, Amenabar, Amechazurra, Amezcaray, Mezcorta, Amezcua y Galdamez.
Originario de la casa de Amez, en el barrio de Amez del concejo de Sopuerta en Vizcaya. A inicios del siglo XVIII se extendió al sur de Francia y Bélgica. Y a mediados del siglo XIX a Argentina y Perú.
Amezcua o Amézcua, en euskera Amezkua, es un apellido vasco-navarro que significa «el quejigal.
AMÉZCUA (AMEZKUA), AMÉSCUA (AMESKUA)
AMÉZCOA (AMEZKOA), AMÉSCOA (AMESKOA):
Apellidos españoles de origen vasco navarro, originarios de la villa de su nombre, partido judicial de Estella (Navarra), de donde pasaron a Dicastillo (Navarra), Álava y Castilla.
Etimológicamente está formado por la raíz vasca «Ametz» (Carballo, quejido) más el sufijo genitivo vasco «-ko-«, más el artículo vasco «-a» con el significado de «El del quejido, el del Carballo».
A este linaje pertenecía el Rey de Navarra García-Ximénez.
Escudos:
En campo de gules, cinco castillos de oro, colocados en sotuer; bordura de plata, con ocho calderas de sable.
En campo de gules, un castillo de oro; bordura de plata, con una cadena de sable.
De hecho, Amezcua se presenta como una variante de escritura de Amescua, apellido al que ya hace mención Argote de Molina en su obra “Nobleza de Andalucía”, señalando que fue uno de los linajes que pasó a la conquista de Andalucía, siendo señores de la Dehesa, con enterramiento en la capilla mayor de la catedral de Baeza. Añade Argote que en el año 1437 el consejo de Baeza (Jaén) hizo gracia a Sancho Díaz de Amescua de “ayuda de costa, atento que era hijodalgo y natural della, y de buen linaje viejo y noble. Su solar es en el reyno de Navarra, la casa de Amescua, que le dio apellido, de la cual fue Garci Ximénez, cavallero de los más principales de las montañas de Navarra, señor de Amescua y Abarzuza…”.
El capitán Diego de Amescua pasó a Italia con Alonso de Carvajal, señor de Jódar, y fue Gobernador de Cápua. Diego de Amezcua pasó a Perú, en 1555, con el Marqués de Cañete. Celedonio Amezcua Rivas, natural de Logroño, probó su nobleza para ejercer el cargo de Nuncio ante el Santo Oficio de la Inquisición, en 1709. Armas.- En campo de azur, tres flores de lis, de oro, en palo.
Mescuas, Amezkua. Apellido vasco originario de los valles de Amescua, partido de Estella (Navarra).
Heráldica
De rojo, un castillo de oro. Bordura de oro con ocho aspas en rojo, que Carraffa asigna a Mescuas.
También los mismos citan: De rojo, cinco castillos de oro en aspa. El del centro con la puerta «caída», otros autores le asignan la bordura antes descrita.
Otros: Cortado por faja jaquelada (ajedrezada) de negro y oro. La partición alta: de rojo, un creciente de plata, ranversado (punta abajo) y cargado de una ceja; la baja, de plata, llena.
AMESCUA
Ameskua. Fuente de Bujanda (Álava-Araba) (1787).
En el tercer viaje de Colón (1498) participaron los hermanos Arana, el tonelero Martín de Arriarán, el larrabezuano Pedro de Bilbao y el secretario de Colón, Bernardo de Ibarra. El 30 de julio divisaron la isla Trinidad y el 1 de agosto la costa venezolana, concretamente el golfo de Paria situado cerca de las bocas del Orinoco (paralelo 10 Norte), desde donde tocaron y reconocieron la isla Margarita y se dirigieron a Santo Domingo, el único enclave europeo existente aún por entonces. Ibarra declaró en el pleito entre el Fisco y Diego Colón haciendo saber al Rey y a la Reina «las perlas y cosas que habían hallado» y que Colón había enviado una «carta de marear los rumbos e vientos por donde había llegado a Paria.»
A comienzos del siglo XVI se hallan en la zona los vascos Domingo de Zubizarreta, Sancho de Lizaur, Juan López de Arrichulueta (veedor de la costa de Cubagúa y de las Perlas), Martín de Ochandiano (tesorero real) y el franciscano Antonio de Bilbao (prior del convento de Cubagúa en 1531). El vizcaíno Bono de Quexo explora por primera vez la isla de Trinidad (1515). Por entonces se conoce el paso por la zona de los capitanes Hernando de Beteta y Basconia. Otro capitán, Gonzalo Martel de Ayala, toma parte en 1538 en la expedición de Espira hacia San Juan de los Llanos. El capitán Basconia en la del alemán Alfinger al lago de Maracaibo (1529 y 1533). En 1540 Martín de Arteaga y Sebastián de Amescua, capitanes, participan en la expedición de Hutton al mítico Eldorado.
AMÉSCOA ALTA
Valle navarro formado por la cuenca alta del río Urederra, entre las Sierra de Santiago de Lókiz, por el S., y la de Urbasa, con el monte comunal de las Limitaciones de las Amescoas, por el N., a los 1° 29′ long. E. y 42º, 46′ 40″ lat. N. Las entidades de población que lo componen se hallan en la orilla izquierda del río principal, que recibe a varios afluentes por las dos vertientes. Limita al N. con la Sierra de Urbasa (Limitaciones de las Amescoas), al E. con Amescoa Baja, al O. con el Valle de Arana (Alava) y al S. con la Sierra de Santiago de Lókiz.
Historia
En el s. XVII el marqués de Andía entabló pleito a los valles de Amescoa sobre la pertenencia de la jurisdicción civil y criminal en los sitios y parajes llamados Limitaciones de Urbasa y Andía. En 1649, el Valle compra el oficio de alcalde y la jurisdicción baja y mediana por 2.800 ducados que entrega al erario. 1835. Guerra carlista: Combate de las Amescoas. El 19 de abril de dicho año salieron las tropas liberales de Vitoria al mando del ministro de guerra, Jerónimo Valdés, con el objeto de atrapar a Zumalacárregui y socorrer a Estella. Este, dejó que el enemigo penetrara en la Amescoa Alta y que acampara en las alturas de la Sierra de Urbasa, aunque no resistió la tentación de enviar a Carmona, con un batallón, para que provocara a los liberales. Al tratar de descender éstos por el puerto de Artaza, se entabló una dura batalla que produjo el desorden entre sus filas, hasta el punto de que varias impedimentas de los liberales quedaron abandonadas en el camino. El general Buerens no logró llegar a Estella y se refugió en Abárzuza. Poco después tenía lugar el Tratado de lord Elliot, firmado por Zumalacárregui en Eulate.
AMESCOA BAJA
Municipio y Valle de Navarra situado en las estribaciones de la sierra de Urbasa, ocupando la cuenca media del Urederra, afluente del Ega. Su capital -Zudaire- está a los 1° 33′ longitud este y 42° 46′ 20″ latitud norte. La Amescoa Baja, cuyo nombre no corresponde a entidad alguna determinada, representa, geográficamente, la continuación del Valle de Amescoa Alta. Limita al norte con la sierra de Urbasa, término de Yerri y Parzonería de Encia; al sur con la sierra de Santiago de Lókiz y Allín; al oeste con Eulate y al este con Abárzuza. Altitud: 576 m. Los montes principales de su término son: Lókiz, Limitaciones, Larraiza, Uya y Basaula.
Historia
Las pechas de este valle fueron dadas por el rey en 1368 a Beltrán Vélaz de Guevara, señor de Oñate. El molino, la pecha y bailío del mismo valle fue dado en 1461 a Juan Fernández de Baquedano. En 1466 la princesa Doña Leonor, considerando que dicho valle era frontera de Castilla, y que convenía fomentar su población, redujo la imposición de cuarteles, que estaba tasada en 45 florines por cada uno, a 15 libras o 10 florines. Se atribuye a este valle la cuna de los primeros señores de Navarra, fundadores de la monarquía.
AMESKO’A ORIGEN DE NAVARRA Por Gustavo de Maeztu
Estella es una ciudad abierta a cuatro provincias y esta personalidad geográfica no ha pasado inadvertida para los estraperlistas.
El turista, el comerciante, el propio artista van de largo, cruzan el camino de Estella hacia otros lugares, sin visitar la entraña y la esencia de Estella que es la Améscoa, en vascuence Amesko’a
Acompañemos a Estrabon, griego de Amasia y nacido en Capadocia, 60 años A. de J. C.
Estrabon dice: Los vascones, es decir, los navarros, pertenecían a la España Interior y estaban gobernados por un Legado Consular, y tres Legados con tres cohortes (la cohorte constaba de 500 a 600 hombres, formando diez cohortes una legión). El segundo Legado, solamente con una cohorte, gobernaba un terreno algo semejante, al que puede haber actualmente, desde Vitoria, y Navarra, hasta el Pirineo. Podemos colegir, por este dato precioso, que nuestros dominadores romanos, con sus procónsules, Pompeyo, Craso y otros, no extremaban la fuerza de la vigilancia.
Unos meses después, vencido el ejército de Craso en la línea del Ebro, Pompeyo, hombre de gran visión práctica, aprovechando todos los elementos que tuvo que aportar a esta gran batalla los puentes de madera, los servicios de aguas potables, y las rutas, los pequeños caminos, el gran Pompeyo fundó POMPELO –hoy Pamplona- en el año 71, antes de Jesucristo.
Sentado este precedente de La Belleza, caminemos sin titubeos hacia el corazón de la Améscoa.
Esta tierra limita por el norte con la sierra de Urbasa y Santiago de Lóquiz; al este con la sierra de San Martín, y al oeste con las montañas de Comporta, que es su frontera con la tierra alavesa, es su frontera, y, sin embargo, el aire y el color de la tierra su propia vegetación, y la misma arquitectura, tienen alma y entraña de mi tierra alavesa.
El origen amescotarra se remonta a un personaje oscuro y misterioso. Lupo, o Lope, la fundó en el año 182 de la era de Jesús.
El Príncipe de Viana, hablaba ya de la antigua Navarra que la componían las cinco villas, a saber: “Goñi, Deyerri Val de Larna, Améscoa, Val de Guézal, de Campezo é la Berruela.”
Por si esto fuera poco, luego añade. “Una gran peña tajada entre Améscoa, Eulate y Val de Lana” –esta sierra es una estribación de la de Urbasa-; “esta peña se llamó ‘Corazón de Navarra’”; debajo de esta peña había una aldea que se llamaba NAVARRI, ¿sería Napars? Esta aldea, se halla actualmente destruida.
En los Anales del Reyno de Navarra, en la carretera de la Améscoa Alta, frente por frente del barranco BASAULA, hay ruinas de un pueblo antiquísimo, que los naturales en vascuence llaman Ameskozar, Améscoa vieja.” Sería esta ciudad, el llamado “Sitio Real” donde se proclamó Rey, García Jiménez, del que sospecho que, personalmente, no estuvo nunca por estas tierras, sino el remoto vascón, con ribetes de godo, el misterioso conde Lupo, fundador, y probablemente conquistador de estas tierras hacia el año 165 de nuestra Era.
Toda Navarra se llamó Navarra, vemos que esto, lo que hoy, los de esta Merindad, llamamos Tierra Estella, que se denominó, según el Príncipe de Viana, NAVARRI, según otros Napar’s, denominación de los vascones; es decir, aquí suena por la primera vez, en la historia de nuestro país, en un remoto lejano, la palabra navarro, o de los NAVARROS, y en cambio, en la vertiente de Pamplona, la palabra Pampelon y de los pompelones; es decir, de los pamplonica.
AMESKO’A ORIGEN DE NAVARRA (Segunda parte)
Los vascones de la Novempopulania, o autóctonos, que estas notas nos habla, muy posteriormente a la fundación de Pompelón, (Pamplona), por el general Pompeyo, de tres regiones de Navarra.
Los vascones de la Novempopulania, o autóctonos, que llegaban desde el norte de Pamplona hasta el río Adour, y donde, desde antiguo poseían las ciudades de Iturrisa y Oarso, en la desembocadura del Bidasoa.
Nos habla de los vascones del Pirineo, propiamente dicho, y de sus fieros habitantes, los rucones, los roncaleses actuales, que eran irreductibles a toda innovación. Las luchas de religión entre arrianos y católicos, y por último los navarros de más amplia cultura, y los más numeroso, que habitaban las ciudades llanas, ciudades ya de tan remoto origen en la época goda y de tan recio abolengo, como eran los Cascantenses –de Cascante- los Ergavicenses –de Milagrolos Tarragenses –de Larraga- los Degenses –de Estella- y los Adologenses –de Santa María de Olite.
Ya, en esta época, hacia el siglo VI más establecida nuestra civilización vascongada primitiva, pero aún no destruida –el que la destruyó fue Carlo Magno- se habla y se divide a Navarra en Cuencas o regiones.
La Amesko’a, tiene tres ríos y entre dos de ellos, el Berrueza y el Isiaco al unirse los dos en el puente de Felipe y Santiago, situado a media legua escasa de Estella, puente conocido con el nombre de “La Cadena” dan origen al famoso Ega, que se une al Padre Ebro, en Sotojuela, entre Azagra y San Adrián.
Podemos decir, lógicamente, que La Amesko’a, tiene cuatro ríos. ¡Magnífico país para los bebedores de agua!, el origen de los otros tres. El Ur-Ederra, en vascuence, agua hermosa, nace en Baquedano en el lugar llamado Urbasa al pie de la Sierra de Urbasa.
El Ur-Ederra sigue su curso hacia el Sur, y recibe, ya en Baríndano, las aguas de los ríos alaveses el Oyarra, o Vearra, que cruza las Amescoas por Eulate.
En las cercanías de Baríndano, surge el manantial del río Isiaco, que imitando al Guadian, salva su unión con el Ur Ederra y se aleja bajo tierra hasta perderse en la peña de La Herradura.
De este río, del Isiaco, se surte la ciudad del Ega, la antigua Degio, salvando sus aguas, por medio de acequias.
Debajo de la peña Corona de Navarra, había una ciudad a la sazón en ruinas –y esto fue a últimos del siglo XV- y que esa, era la ciudad de Navarris, -lo dijo en latín- la ciudad de los Navarros.
En Gaztiain, valle de Lana se encuentra la ermita de Barrabia construida, casi toda ella con restos de un castro romano. Casi todos los sillares tienen inscripciones romanas.
Debajo de la peña de la Reyneta, también en Gaztiain, se encuentran las piedras sillares que en el deporte del juego de la Barra señalaban las salidas de los campeonatos en Val de Laneses y Amescoanos.
¿Estará así, debajo de la peña Reyneta, a 1.115 metros de altura, la primitiva ciudad de los navarros?
AMESKO’A ORIGEN DE NAVARRA (Tercera parte)
En esa magnífica penumbra de la historia, hacia el 700 de nuestra era, han hablado, de un misterioso conde Lupo –o López-, como jefe de Degio, Amezcoa y la Berrueza. Fantasía o verdad, lo cierto es que hacia el 760, aparece también el Duque de Vasconia, llamado Lupo; godo de espíritu, que oponiéndose a la invasión de Carlo Magno, fue apresado por el mismo.
Fue tan grave, que un monje castellano, el Sitense, y apoyándose en el testimonio de un cronista de su tiempo, Enhard, dice: “Persuadido el Rey Carlos -se refiere a Carlo Magno y a su pacto con los moros de la línea de Huesca y Zaragoza- por los expresados moros, concibió la idea de apoderarse de algunas ciudades de Navarra.
Al efecto, reunido el ejército de los Francos, llegó incólume hasta Pamplona. Cuando los pompeloneses lo vieron llegar, lo recibieron con gran alegría, porque se hallaban angustiados con el furor de los moros…”-
ZÚÑIGA. Pueblecito arropado en la sierra de su nombre. Su caserío asoma en altozano para ver el paisaje más bucólico del mundo; el valle de Arquitas, donde el zigzaguear del río reflejando las siluetas de los chopos jóvenes, y sus variadas sendas, con pequeños montículos.
Guerra Carlista
Célebre también por su batalla, la batalla de Arquitas, donde fue derrotado el General Córdova, y donde, al conocerle después Zumalacárregui, supo que Córdoba no era enemigo desdeñable.
Tomás de Zumalacárregui el «Águila de las Amescuas»
Tuvo por segundo jefe de su ejército al paisaje. Muy popular entre sus soldados, le llamaban «Tío Tomás»
Al morir Fernando VII el 29 de septiembre de 1833, residía sin mando y bajo vigilancia en Pamplona, de donde consiguió huir y unirse a los carlistas sublevados que se hallaban en el valle de La Berrueza, Navarra, al mando de Iturralde y Sarrasa. Fracasado en La Rioja, en las Provincias Vascongadas y en otros pocos puntos del resto de España el levantamiento de los reaccionarios que apoyaban al infante Don Carlos,
en defensa del absolutismo monárquico, quedó reducido al pequeño grupo que se encontraba oculto en los valles de La Berrueza y Amescoas en Navarra.
Ahí, en el centro de ese valle, se adora la Virgen del Humilladero, o de la Humillación, a donde acuden en Septiembre las mozas más guapas de Los Arcos, de Torres, de Acedo y de Galbarra.
Una de las entradas de este valle era hasta hace muy pocos años, el lugar elegido por los bandidos de la Sierra para dar el golpe a los carreteros de las galeras. Todos los años se repetían uno o dos buenos golpes por estos facinerosos. La Sierra tiene fáciles salidas a la Rioja y a Alava, y la Guardia
civil estaba despistada. el padre Mariana en su «Historia de España», dice que el Señor de las Amezcuas y las Abarzuzas es el origen del reino de Navarra.
Juan de Mariana (Talavera de la Reina, 1536 – Toledo, 16 de febrero de 1624) fue un jesuita, teólogo e historiador español.
Cuando en el siglo XIII se ha hace un poco la luz de nuestro querido Valle, aparecen codo con codo con los Baquedano, personajes que llevan el apellido Améscoa desempeñando cargos de encomienda Real, así Ferrant Périz de Améscoa es «tenente» de la «tor de Dicastillo», Fortún Lupi de Améscoa figura como señor que mantiene mesnada. Remigio Pet de Améscoa es Alcaide de la fortaleza de Oro en el año 1303, Alvaro de Baquedano y Diego Lópiz de Améscoa custodiaban con 20 peones los valles de Cinco Villas, Deyerri y Améscoa en los años 1333 y 1334. A partir de estas fechas hay un silencio que cubre las huellas de este linaje. Hasta que mas tarde haya por el año 1796 un tal Francisco de Améscoa, vecino de Torres, obtiene «carta de hidalguía» por ser descendiente de la casa y familia de los Améscoas de la villa de Dicastillo.
EXPLICACION DEL ESCUDO DE ARMAS DE LOS AMESCOA O AMESCUA
La bordadura que rodea el escudo simboliza la cota de armas del caballero, concediéndose esta, a los guerreros que retornaban del combate con su cota de armas manchada por sangre enemiga.
Dicha bordura en este escudo es de color de plata, color significa obediencia, pureza e integridad.
El sotuer en forma de aspa o cruz de San Andrés simboliza el estandarte del caballero.
En el sotuer, sobre campo de gules de color rojo, hay cinco castillos en oro, el oro significa, riqueza, nobleza y poder.
Los castillos denotan asilo y salvaguardia.
El emblema mas destacado o importante de este escudo de los Amescoas o Amescua, son sus ocho calderas de sable, es decir de color negro.
La caldera es el símbolo del ricohombre de España. Su origen se debe al emblema de las calderas que el rey otorgaba por insignia a los caballeros que nombraba ricohombres y grandes del reino, con el consabido privilegio de tener tropa propia a mandar y mantener.
El fondo del campo de las calderas en azur o azul, significa la justicia, celo, hermosura, lealtad y caridad.
Y bien queridos amigos y hasta aquí una introducción a este nombre y a varios acontecimientos que se produjeron a su alrededor. Seguiremos investigando sobre personajes que llevan este apellido de historia remota.
Felicidades a mi querido sobrino Enrique de Amescua, por partida doble, la primera por haber tenido un hijo, la segunda porque a pesar de lo complicado que fue el parto su encantadora mujer Beatriz se encuentra bien. Recuperándose y cogiendo fuerzas.
Al hijo, los padres le han puesto el nombre de Sebastián, como aquel intrépido personaje, que como os contaba en esta historia. En 1540 Martín de Arteaga y Sebastián de Amescua, capitanes, participan en la expedición de Hutton al mítico Eldorado.
Hasta luego,
Itziar Guisela de Palacio del Valle-Lersundi
Me parece realmente curioso la cantidad de variantes sobre el mismo apellido con el paso del tiempo.
Veo que es un apellido antiquísimo y al leerlo detenidamente, se da una o cuenta que de ahí viene el Reino de Navarra.
Veo que se trata de un apellido de mucha categoría.