Cinco paradores emblemáticos para contar la historia de Galicia

Desde Baiona hasta el monasterio de Santo Estevo, contaremos brevemente la historia de Galicia.

Al igual que los demás paradores los de Galicia no solo son lugares emblemáticos de gran belleza que se encuentran ubicados en zonas mágicas. Estas maravillas de la arquitectura también cuentan las historias de Galicia para quién esté dispuesto a escuchar sus epopeyas.

Escuchemos a sus piedras.

Desde Baiona hasta el monasterio de Santo Estevo, la comunidad autónoma puede presumir de enclaves sobresalientes que reflejan la historia vivida por la comunidad gallega

Los paradores de Galicia no solo son lugares emblemáticos de gran belleza que se encuentran en ubicaciones privilegiadas. Estas maravillas de la arquitectura también relatan las historias de Galicia para quién esté dispuesto a escuchar sus epopeyas.

Parador de Baiona

El Parador está ubicado en el lugar que un día ocupó la fortaleza fundada por los Reyes Católicos en 1497, situado junto el océano Atlántico, vigilante desde la histórica península de Monterreal, que dio cobijo a los primeros asentamientos prerromanos. Así surgió un típico castro que con el tiempo se convirtió en el Castillo de Monterreal. Un enclave defensivo que fue testigo de multitud de ataques piratas. El peor de ellos, el del asalto del pirata inglés Francis Drake que, al mando de veintinueve naves y dos mil soldados (una flota sufragada por la propia Reina Isabel de Inglaterra), supuso en tierras gallegas el primer ataque al imperio español. A pesar de tanta fuerza militar, el ataque del que aquí llamaban “El Draque” fue contenido por Diego Sarmiento de Acuña, conde de Gondomar e hijo del gobernador de Galicia.

Tal fue la valentia de los defensores que el «Draque» como le llamaban por estas tierras tuvo que huir a sus islas con el rabo entre las piernas.

Gracias a aquella gesta fue nombrado Gobernador de la Gente de Guerra de Bayona y del Castillo de Monterreal, ligando su nombre para siempre a esta península. De hecho, Sarmiento de Acuña contuvo también otro ataque naval, en 1609, de rebeldes holandeses, y fue el encargado de supervisar el desembarco de cargamentos procedentes de Indias, refugiados en Vigo, en su ruta hacia el puerto de Sevilla.

Los continuos ataques pergeñados a lo largo de siglos y el abandono del lugar desembocaron en una edificación en ruinas en el siglo XIX que el Marques del Pazo de la Merced se encargó de recuperar, levantando el Palacio de José Elduayen, en el que se instaló el Parador en 1963.

Castillo de Monterrei

Ahora nos dirigimos a Ourense para continuar con la historia. En esta provincia se encuentra la que muchos consideran la mayor acrópolis gallega, formada por tres recintos amurallados en los que destacan el Palacio de los Condes de Monterrei, la casa rectoral, la iglesia de Santa María de Gracia y las dos torres, la de las Damas y la de Sancho o Torre del Homenaje, desde donde se disfruta una espectacular vista al valle de Verín y de algunas poblaciones portuguesas.

Levantado en tiempo de los Reyes Católicos por el primer Conde de Monterrei, Don Sancho Sánchez de Ulloa, a esta fortaleza se le ha dado muchos usos: recinto defensivo (fruto de su situación fronteriza), hospital de peregrinos  y actualmente Parador de Turismo. Además, el lugar se considera cuna de la imprenta en Galicia, por el taller que se instaló en 1490 en esta villa de Monterrei y del que procede el libro más antiguo impreso en esta comunidad autónoma que se conserva datado, el Misal Auriense.

Y muy probablemente también se imprimiera el Misal Compostelano de 1495.

Ubicado en lo alto de una colina, considerado monumento Nacional y Declarado Bien de interés Cultural, este recinto, en el que se encuentra el Parador. 

Parador de Monforte

Dice una leyenda popular que el conde de Lemos se vengó del abad del monasterio de San Vicente de Pino invitándole a un banquete y colocándole una corona de hierro al rojo vivo causándole la muerte. Al parecer fue debido al escarceo entre el abad y la hija del conde (en otras versiones se considera su esposa) aprovechando la ausencia de éste. Hecho que obligó al conde a planear tan cruel venganza y que según contaron algunos testigos presentes en la apertura del sarcófago del abad don Diego apreciaron en el cráneo la marca de lo que parecía ser una quemadura.

Mecenas del Siglo de Oro, Sin su protección, tal vez no habrían prosperado algunos trabajos de Cervantes, Góngora o Lope de Vega. El conde de Lemos está detrás de una nutrida nómina de artistas del siglo XVII español.

Sin duda, una historia fascinante que forma parte de este conjunto monumental, levantado en pleno corazón de la Ribeira Sacra, que cuenta con la Torre del Homenaje, el Monasterio de San Vicente do Pino y el Palacio de los Condes de Lemos, donde se encuentra el Parador de Monforte.  Un edificio barroco neoclásico, levantado sobre las ruinas de otro medieval de 1626. El edificio, que conserva un increíble claustro de tres alturas, sirvió de hospital durante el siglo XIX y tras quedar vacío en 1922 pasó a ser adquirido por la abadía de Samos. Hoy, convertido en Parador, ofrece un excelente punto de partida para conocer los ríos, viñedos e iglesias románicas de los alrededores y pasear por la villa de Monforte de Lemos, conocida como El Escorial gallego por los tres siglos que tardó en construirse su impresionante colegio de los Escolapios.

Parador de Santiago de Compostela

Considerado el hotel más antiguo de España, el edificio que hoy alberga este emblemático Parador nació como hospital Real de Santiago, un proyecto de los Reyes Católicos para albergar a miles de peregrinos, sanos o enfermos, que llegaban a Compostela. La iniciativa surgió tras la peregrinación de Isabel I de Castilla y Fernando de Aragón, en 1488, al encontrarse un edificio original viejo e insuficiente que los llevó a pensar en la construcción de uno nuevo. Así que, consumada la toma de Granada, los reyes creyeron necesario que una parte de “las rentas de guerras” fuesen destinadas a costear la construcción del nuevo hospital.

Aquel primer edificio fue obra del arquitecto real Enrique Egas, con un diseño que llevaba a Galicia el Renacimiento. Aquel hospital del siglo XVIl sólo contaba con dos claustros y dos cuerpos diferenciados para hombres y mujeres. No fue hasta un siglo después cuando se amplió, construyendo en piedra los dos patios posteriores y la escalera barroca de Ferro Caaveiro y reformando la fachada renacentista e incorporando dos grandes balcones (por Fray Luis Alonso). El resultado, un imponente edificio de Cruz griega con cuatro patios interiores que reciben el nombre de los cuatro evangelistas y que en 1954 se inauguró como hotel del Estado y a partir de 1986 empezó a funcionar como Parador.

Parador de Santo Estevo

Ubicado en el monasterio mejor conservado y uno de los más importantes de Galicia, en este alojamiento además de turismo, te contagias con la quietud y el silencio que antaño ya practicaban los monjes.  Sus tres magníficos claustros interiores nos trasladan al pasado. Y aunque su origen se remonta al siglo VI y se relaciona con San Martín Dumiense, el ‘Apóstol de los suevos’,

no fue hasta el año 921 cuando gracias a la cesión de Ordoño II

al abad Franquila, se inició su etapa de esplendor monástico, con la llegada de los nueve obispos huyendo de la invasión musulmana y convirtiendo el lugar en centro de peregrinación. Hasta aquí acudían los fieles en busca de un milagro y se lo pedían a los obispos yacentes ante el cofre de plata que contenía sus nueve anillos.

En su honor fue construido en el siglo XIII el “Claustro dos Bispos”, el más antiguo del cenobio. Además, la iglesia, consagrada en el siglo XII, supone uno de los ejemplos más bellos del románico gallego, que, atesora verdaderas joyas artísticas como el altar en el que aparecen Cristo y los doce apóstoles.

El altar es una talla románica en la que se aprecia una de las representaciones más antiguas de Santiago como peregrino  Este alojamiento tan espiritual se transformó en Parador en el año 2004. Un destino, rodeado de bosque de robles y castaños, para rendirse a la vida contemplativa mientras se disfruta de las impresionantes vistas al cañón del río Sil.

Me encanta contaros viajes y aventuras, leyendas e historias y en eso Galicia es mágica. Mi hermana Paloma y su su marido Alberto son expertos en estos menesteres y hacen bien, porque no hay cosa que mas enriquece que el conocer nuestra tierra, costumbres e historias.

Alberto que en ese aspecto es una persona con ganas de conocer no duda ni un momento de coger de la mano a su mujer y de emprender camino a lugares llenos de magia.

Un saludo amigos,


Patxi Amescua

Productor de TV

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